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El presidente Donald Trump nominó a Neil Gorsuch, un juez federal de apelaciones de Denver, para ocupar el puesto de la Corte Suprema que quedó vacante por la muerte del magistrado Antonin Scalia. Con esta decisión asciende a un jurista cuya filosofía conservadora encaja en el molde del hombre al que sustituirá.

 

El anuncio de Trump es su primera propuesta para reformar el más alto tribunal de esa nación. Esto presagia una dura batalla política en el congreso, donde los demócratas en el Senado, todavía molestos por la negativa de los republicanos para confirmar al candidato del presidente Barack Obama, el juez Merrick Garland, han prometido una dura resistencia.

 

“El juez Gorsuch tiene excelentes habilidades legales, una mente brillante, una tremenda disciplina y se ha ganado el apoyo bipartidista”, dijo Trump, acompañado por el juez y su esposa Louise en el Salón Este de la Casa Blanca. “Es un currículum extraordinario, mejor imposible”.

 

Si es confirmado, Gorsuch restablecería una división más pareja entre liberales y conservadores en la corte: con él sumarían cuatro magistrados conservadores, contra cinco jueces de tendencia liberal; pero el juez Anthony Kennedy, de 80 años, suele votar con ambos bandos, y conservaría el poder de desempatar.

 

A los 49 años, el juez Gorsuch es el candidato más joven a la Corte Suprema en 25 años, lo que subraya su potencial para implementar importantes decisiones por décadas. Al elegirlo, Trump se decantó por una figura confiable y conservadora que sigue la tradición de Scalia y no es conocido por su carácter divisivo.

 

Gorsuch dijo que se siente orgulloso por su “más solemne misión” y dijo que sería “un fiel servidor de la Constitución y las leyes” de su país.

 

El Presidente, frente a lo que se anticipa como una amarga batalla partidista para la confirmación de Gorsuch, expresó su esperanza de evitar esa disputa.

 

“Solo espero que tanto demócratas como republicanos puedan ponerse de acuerdo por una vez, por el bien del país”, dijo.

 

Gorsuch nació en Colorado y estuvo en la misma clase de la Facultad de Derecho de Harvard que Obama; además es conocido por la buena redacción de sus decisiones que habitualmente, aunque no siempre, son conservadoras. Tiene un doctorado de la universidad de Oxford, donde fue un Marshall Scholar, y fue asistente de los jueces Byron White y Kennedy de la Corte Suprema de Justicia. El presidente George Bush lo nominó al tribunal federal en 2006.

 

Las relaciones personales del juez Gorsuch con Kennedy no son un accidente. Al elegir a una figura conocida, varios funcionarios dijeron que la Casa Blanca le está enviando una señal al juez Kennedy, de 80 años, que tendrá el voto de desempate en muchos casos y ha dicho que empieza a pensar en la jubilación.

 

La elección de un candidato más extremista ideológicamente, dijeron los funcionarios, podría tentar al juez Kennedy a permanecer en su cargo durante varios años más, lo que impediría que Trump nomine a otra persona.

 

Sin embargo, las credenciales conservadoras de Gorsuch no están en duda. Ha votado a favor de los empleadores, incluyendo la sentencia del caso Hobby Lobby que invocó objeciones religiosas para negarse a proporcionarle algunas formas de cobertura de anticoncepción a sus trabajadoras. También ha criticado a los liberales por recurrir a los tribunales en lugar de al congreso para lograr sus objetivos políticos.

 

Se había especulado que Trump elegiría a alguien con antecedentes menos elitistas para la corte. El otro finalista para el puesto, el juez Thomas Hardiman, fue la primera persona de su familia en graduarse de la universidad y pagó su educación conduciendo un taxi.

 

Gorsuch, por otra parte, es el hijo de Anne Gorsuch Burford, quien se convirtió en la primera jefa de la Agencia de Protección Ambiental bajo la presidencia de Ronald Reagan. Asistió a la Escuela Preparatoria de Georgetown, fuera de Washington, antes de ir a la Universidad de Columbia.

 

Los demócratas, que rechazaron las invitaciones de Trump para asistir a la ceremonia del anuncio en la Casa Blanca, parecían poco satisfechos con la elección de Trump. El senador Chuck Schumer de Nueva York, líder demócrata, dijo que está listo para bloquear a cualquier candidato que considere ajeno a las corrientes políticas tradicionales, una postura que podría provocar un enfrentamiento en el senado, ya que Trump está instando a los republicanos para que cambien las reglas y puedan confirmar a su candidato por mayoría simple.

 

Gorsuch necesitará obtener el apoyo de ocho demócratas que se unan a los 52 republicanos del senado para avanzar hacia una votación de confirmación. Los grupos progresistas ya estaban planeando una manifestación frente a la corte el martes por la noche, anticipando a un candidato “extremo”.

 

“Los activistas dejarán en claro que el senado no puede confirmar a un candidato que simplemente será un sello para los esfuerzos anticonstitucionales del presidente Trump que traicionan los valores estadounidenses”, expresaron en un comunicado diversas organizaciones como People for the American Way, Leadership Conference on Civil and Human Rights y Naral Pro-Choice America.

 

Los grupos conservadores también estaban planeando acciones para defender al candidato de Trump. A pocos minutos del anuncio del presidente, los organizadores dijeron que Judicial Crisis Network iba a comenzar la primera fase de una campaña de publicidad televisiva de 10 millones de dólares en apoyo al candidato, así como un sitio web que promoverá al nominado de Trump. Más de 50 grupos respaldaron el esfuerzo, incluidos los que defienden el derecho al porte de armas, los activistas contra el aborto y el Tea Party.

 

(nytimes.com)

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