El jefe para América Latina de la organización proestadounidense Freedom House, y fundador del partido de neoderecha venezolano, Primero Justicia, Carlos Ponce, estaría tras el informe divulgado ayer que califica a Venezuela como un país “no-libre”.
Esto evidencia su falta de independencia e imparcialidad para evaluar el desempeño de gobiernos en la subregión.
La organización, que es un brazo “no-oficial” del departamento de Estado de EEUU, se presenta como una instancia independiente de vigilancia dedicada a la expansión de la libertad y la democracia en todo el mundo. Además usa con frecuencia el término ONG (organización no-gubernamental), para establecer una supuesta autonomía de instancias gubernamentales de los Estados Unidos.
En el caso de Venezuela la presencia como jefe de los programas para América Latina de un antiguo político venezolano pone en un severo cuestionamiento esa independencia que tanto proclama Freedom House.
Carlos E. Ponce fue fundador de la agrupación que desde la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) dió origen en 1998 al partido de derecha y proempresarial, Primero Justicia. De hecho, la verdadera jefatura de la organización la tuvieron y compartieron Ponce y Julio Andrés Borges, el actual presidente del parlamento venezolano, controlado desde diciembre de 2015 por una coalición antichavista.
El rol del actual jefe de Freedom House en la creación del partido aurinegro fue tan importante que “en los corredores de la quinta Kathe, hogar de Carlos Ponce, “el grupito” se reunía como todos los sábados para divagar entre potes de wang tong, tallarines y arroz chino”, relata un reportaje sobre PJ elaborado por Mariana Cadenas en 2005.
Asimismo Ponce figura como uno de los siete miembros del consejo editorial de Bando 21, un fallido períodico tabloide que en 1998 intentó producir Primero Justicia y que apenas llegó al número 1.
Sospechosamente el funcionario de la ONG progringa decidió no reflejar en su perfil de la red social-profesional Linkedinn, esa etapa esencial de su vida. Es decir, de esa manera da la impresión de ser alguién desvinculado de la trama política local y sólo con interese en valores universales como la libertad, la democracia y los derechos humanos.
Otro dato llamativo sobre Ponce es que varias de sus declaraciones públicas pareciera hacerlas en nombre del gobierno de los EEUU. Un reciente ejemplo es un tuit publicado luego del acto de toma de posesión presidencial en Nicaragua, a principios de enero. Escribíó en tono amenazante, en su cuenta @ceponces: “Daniel Ortega y Rosario que se preparen… Adios BID y adios FMI.”
Y tras el punto agregó: “Además que ahora tenemos el Global Magnitsky y otras sorpresas”.
El Magnitsky es un dispositivo legal que le permite al gobierno estadounidense aplicar sanciones a funcionarios de gobiernos que actúen contra supuestos luchadores contra la corrupción. Referirse a esto con el término “ẗenemos” debe entenderse como que es alguien que es funcionario o actúa a nombre de las autoridades federales de EEUU.
Es pertinente precisar que buena parte del de financiamiento de Freedom House es atendido con recursos del Departamento de Estado, de la conocida NED (National Endowment for Democracy) y de la Agencia para el desarrollo internacional, todas estas instituciones del gobierno de EEUU.
