Durante la presentación de la miniserie norteamericana The Slap, en Nueva York, la actriz Uma Thurman dio mucho de qué hablar, al presentarse con un rostro diferente.
Aunque parezca irreal, las diferencias en la cara de esta mujer quien lució una piel más estirada, sobretodo en la frente y los ojos, según reseñaron distintos medios, la distancia de la persona que vieron por última vez por lo que se convirtió en reciente tendencia en Twitter.
En este y otros de los casos en que las personalidades públicas realizan ese tipo de cambios, no cabe otra cosa sino resaltar la tremenda influencia que tiene la industria del entretenimiento en la vida, e incluso en el físico, de muchos.
Las banalidades y aspectos superficiales es lo que reina en las industrias nacidas y auspiciadas por el capitalismo salvaje, que no descansa hasta ver convertido al ser humano en un objeto.
Las ganancias económicas están por sobre la humanidad, la salud y presumen, en ese sistema arrasador, que la felicidad y la calidad de vida se encuentra en el aspecto, en la imposición de cierto tipo de “belleza” que termina por deshumanizar y disociar “lo humano”.
(LaIguana.TV)
