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El gremio comercial del país ha prendido sus alarmas, pues cada día más trabajadores están solicitando el pago “en efectivo” del beneficio laboral referente al “bono de alimentación”, establecido en la Ley Orgánica de Trabajo (Lott) y la Ley de Alimentación para los Trabajadores.

 

Precisamente, a partir de hoy, y según Gaceta Oficial entre en vigencia la nueva tasa de la Unidad Tributaria (de Bs. 177 pasa a Bs. 300), lo cual implica un ajuste a la cestaticket, pues esta se calcula a base de 12 UT día por 30 días laborados al mes, es decir, que de Bs. 63.720 se eleva a Bs. 108.000.

 

La presidenta de Consecomercio, Cipriana  Ramos, en declaraciones a Panorama, alertó que  “se han recibido solicitudes de trabajadores que ya no quieren que el cestaticket se lo depositen en una tarjeta o en papel, sino en efectivo, porque necesitan bolívares para poder comprar en cualquier lado”. 

 

Explicó que “terminan comprando en el mercado negro o para pagar los Clap, porque resulta que el Gobierno es tan incoherente en su discurso que te hablan del pago electrónico y de un descuento en el IVA, pero las personas no pueden pagar los alimentos del Clap si no es con efectivo”.

 

Trabajadores como Beatriz Sequera, dijo que necesita el cestaticket en efectivo, para completar el pago de otras  necesidades, como colegio de su hija.

 

A lo que, Paola Vargas, agrega que en la actualidad la mayoría de los alimentos se encuentran en manos de los bachaqueros o fuera de supermercados, donde cobran es en efectivo, así que allí el tique de alimentación no funciona.

 

Problema al que  José Rodríguez suma que muchas veces se ve obligado a acudir a los “raspa tarjetas”, quienes cobran hasta 12% de interés por hacer un adelanto de efectivo, con el que luego puede comprar en varios comercios.

 

El artículo 105 de la Lott, es donde se encuentra expreso el “beneficio social de carácter no remunerativo”, cuyo numeral dos refleja “el cumplimiento del beneficio de alimentación para los trabajadores”, otorgadas en diversas modalidades que contiene la ley que regula la materia.

 

En cuanto a  la Ley de Alimentación que tiene su origen en el Congreso de la República en el año 1998; pero que fue promulgada en el año 2004, contiene seis formas de pagar el beneficio, en la que en principio prohibía expresamente el pago en “efectivo”.

 

“El empleador podrá escoger la forma de cumplir con el beneficio de alimentación, implementando comedores propios, contratando servicio de comida elaborada, comedores comunes por parte de varias entidades de trabajo, entrega de cupones, tique o tarjeta electrónica de alimentación”, según  su artículo 4.

 

Articulado que en  mayo de 2011 fue modificado por Decreto presidencial, y a través del cual “incluye la posibilidad de otorgar el beneficio en dinero efectivo solo cuando se cumplan los requisitos previstos por el modificado Articulo Nº 4, Parágrafo Primero”.

 

Es desde entonces, cuando existe la posibilidad de cobrar el cestaticket en efectivo; pero como reza la última modificación de la ley “artículo 5 de la Ley del cestaticket socialista: el beneficio de alimentación no podrá ser pagado en dinero efectivo, ‘salvo estas circunstancias excepcionales’”, entre las que incluye que un empleador tenga menos de veinte empleados, o que quede establecido por acuerdo en convenciones colectivas, entre otras.

 

Ante esta puerta que abre la ley y a sabiendas que  el  cestaticket ha sido ajustado considerablemente por el Gobierno nacional, incluso, es mayor al salario mínimo actual, es que trabajadores  se apoyan para pedir la reforma.

 

l mes pasado,  el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el ajuste de la alícuota de la UT y por consiguiente del cestaticket,  en procura de “proteger el empleo y el ingreso de las diversas formas”,  que en la actualidad reciben 9,6 millones de venezolanos.

 

Ante la exorbitante inflación en el país (índice de precios), de la cual aún el Banco Central de Venezuela no ha publicado cifras oficiales de todo el año 2016 ni lo que va de 2017, que ha hecho sal y agua los salarios de los trabajadores,  estos se apoyan en el bono de alimentación para adquirir productos.

 

Tanto así que, el vicepresidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, Franklin Rondón, propuso al Gobierno que entre las medidas económicas  que debería asumir está que “el ingreso que obtiene el trabajador por el cestaticket sea depositado directo a la cuenta del empleado, sin una empresa que actúe como intermediario”.

 

Rondón aclaró que la propuesta no es que tenga incidencia en prestaciones, si no que al trabajador se le haga más fácil y directo el acceso al monto correspondiente al cestaticket.

 

“Lo que necesitamos los trabajadores es tener poder adquisitivo para hacer mercado y los servicios”, dijo Rondón en entrevista de televisión.

 

Sin embargo, el Gobierno nacional ya se  encuentra estudiando otro método.  El jefe del Centro de Control Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), Freddy Bernal, dijo a este diario la semana pasada que  “queremos eliminar” el pago del Clap “en efectivo”.

 

Para ello explicó que  el “Presidente ha ordenado que se pague (la bolsa de alimento Clap) con el cestaticket. Si hay un cestaticket, lo más lógico es que con él puedas pagar el Clap. Bueno, ese mecanismo lo estamos trabajando con la banca pública. Considero que en un mes estaremos anunciando el pago electrónico (del Clap) para evitar el manejo de efectivo”. 

 

Lo cierto es que los trabajadores requieren cada día de más efectivo para comprar alimentos, siendo la solicitud de modificación del pago del cestaticket la opción que  toma más fuerza. 

 

(Panorama)