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Poco más de un año ha transcurrido desde que Alexander Ramírez Heredia, en un violento ataque de furia, tomara a sus dos hijastros y los lanzara al río Guaire en venganza por haber sido dejado por su mujer, la madre de los dos niños.

 

En un calabozo, el joven de 25 años permanece aislado de los más «reincidentes» de los criminales quienes le amenazan constantemente con descuartizarlo. Ramírez, permanece en una celda de PoliChacao esperando “espacio” en la ya atiborrada cárcel de El Dorado, ubicada en el estado Bolívar. Allí, en la pequeña prisión, el “monstruo de El Guaire” como le llaman desde aquel fatídico día, convive con otros seis exfuncionarios policiales quienes tampoco les ven con buenos ojos: “no nos agrada”, refiere el portal El Estímulo.

 

Del trabajo presentado por el mencionado portal, destaca el aparente sosegado perfil del joven criminal quien en su vida cometió solo un crimen, pero que le ha valido por miles: pide permiso, no dice groserías, pese a su escasa ropa siempre anda impecable, es ávido lector cuando no, oficioso muchacho que limpia a diario su “jaula”.

 

Fue uno de sus custodios quien refirió las razones que motivaron a Rodríguez con llevar a cabo aquel horrendo crimen: dos años de convivencia con su pareja Auristela Durán y el “aburrimiento” o “desamor” de esta, devino en una separación que este no pudo tolerar. Los celos y la supuesta inquietud de que Durán yacía con otro hombre, motivaron a Rodríguez aquel 20 de septiembre de 2015 a tomar a sus hijos de casa de sus abuelos en Catia La Mar con la promesa de llevarlos hasta Parque del Este: “Le di un golpe donde más le duele: sus hijos”, dijo a uno de los policías.

 

A la altura de Las Mercedes lanzó a sus dos niños de ocho y diez años al río Guaire, del cruel acto, solo el pequeño de diez sobrevivió, el cuerpo del 2do. Pequeño no fue hallado.

 

(LaIguana.TV)

 

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