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“El día que mi mundo se paralizó”, así titulo la publicación que hizo el reguetonero venezolano Miguel Ignacio Mendoza, el popular “Nacho”, contó cómo una avioneta se precipitó en una finca de su pertenencia el 10 de febrero en condado Miami Dade.

 

El artista, por medio de su usuario en Instagram comenzó su crónica desde el primer qué día que vio la hacienda, tras la búsqueda de jugos naturales con su esposa Inger Mendoza, notó una propiedad que estaba en venta y la cual lo dejó “hipnotizado por el lugar”, ya que le encantó.

 

En el lugar pudo conversar con el dueño, un señor de 90 años quien le relató la vida que había llevado en la casa con su esposa e hijos y que al presente estaba solo, seguidamente este convino un cierto tiempo con el cantante para que reuniera el dinero que pedía por la finca. Posteriormente, Nacho logró obtener la cantidad solicitada y compró el inmueble.

 

Prosiguiendo con la historia, Nacho detalló que toda el área se encontraba cercada, por lo tanto “no había peligro, no había objetos de cuidado, no había animales raros, excepto por una gallina y un gallo que nos invadieron y se convirtieron en las mascotas”, indicó.

 

Sin embargo, la tarde del 10 de febrero una avioneta cayó al sur oeste del condado Miami Dade encima de la casa de Nacho. “Sentí un terror nunca antes sentido”, escribió.

 

Para el momento, el artista se hallaba en Venevisión cuando vio las noticias del suceso, previamente había despedido de su esposa y acordaron encontrarse en la finca.

 

“Por muy conocido que se me hacía el sitio, mi mente nunca me asomó la posibilidad de que la aeronave podría haberse accidentado en mi propiedad”.

 

Antes de comenzar la entrevista en el canal, miró su teléfono y vio las llamadas perdidas de su contador Jeremías, y fue de esta manera cómo se enteró del hecho.

 

“En ese momento me sentí desconectado de la realidad, desconcertado, impresionado, en shock, con un terror que nunca antes había sentido”, refirió.

 

Intentó comunicarse con su esposa pero fue en vano, y acudió de inmediato a la finca, en la vía pudo contactar a su compañera y comprobó que su familia se encontraba bien.

 

Agregó que quedó sorprendió tras saber que los cuatro muertos eran venezolanos, ya en el lugar, observó el avión partido por la mitad y negro por las llamas.

 

“Si quiere entrar a su casa le dejo, pero lo que va a ver son imágenes perturbadoras que luego no podrá borrar de sus pensamientos”, fueron las palabras de un funcionario.

 

“Gracias señor, por darnos la oportunidad de abrir los ojos un día más. Ya no tenemos una finca pero seguimos teniendo salud y vida”, concluyó Nacho.

 

(LaIguana.TV)

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