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Hablar de un golpe de Estado en Latinoamérica a través de los medios de comunicación parece siempre responder a los intereses foráneos que represente el país en cuestión.

 

En varias oportunidades han ocurrido Golpes de Estado evidentes en países como Honduras (2009), Paraguay (2012)  y Brasil (2016),  donde los Congresos de estos países han destituido a sus respectivos presidentes, pero dichas situaciones fueron silenciadas por los medios.

 

El caso venezolano suele ser el más paradójico de todos, ya que en el año 2002 el presidente Hugo Chávez fue secuestrado por 72 horas -lo cual se puede evidenciar como un verdadero Golpe de Estado-, pero la mediática nacional e internacional  consideró que sólo fue un vacío de Poder.

 

Recientemente, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) notificó que asumiría las competencias de la Asamblea Nacional por estar en desacato desde el 2016, sin embargo fue catalogado y condenado por todos los medios y personalidades del mundo como un “Golpe de Estado”.

 

Sin duda alguna, los medios condenan y reflejan que existe un Golpe Estado sólo cuando ese país representa algún interés para potencias extranjeras y más si esta posee alguna riqueza natural, como es el caso venezolano.

 

Vea acá el sesgo periodístico de los medios de comunicación en casos puntuales donde se refleja cuándo existe o no un golpe de Estado:

 

(LaIguana.TV)

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