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El Departamento de Estado del país norteamericano, ha tildado este lunes de «ridículas» las denuncias que el primer mandatario venezolano, Nicolás Maduro, realizó en cuanto a la posición de los Estados Unidos sobre el intento de golpe de Estado.

 

Las declaraciones fueron emitidas en rueda de prensa por la portavoz del mencionado organismo estadunidense, Jen Psaki: «Estas últimas acusaciones, como todas las últimas de este tipo, son ridículas», dijo.

 

Una vez más, observamos la groseria y prepotencia del mal llamado país de la democracia; el imperio haciendo gala de su hegemonía, pretende hacer ver ante el mundo y la comunidad internacional, que las acusaciones presentadas por el presidente Maduro son una sandez.

 

Cabe preguntarle a la Delegada ¿qué papel juegan los comunicados, pronunciamientos apoyo y solidaridad de distintos organismos y líderes mundiales respecto a este tema de desestabilización?

 

Pudiera decirse que vendrías a ser demostraciones de diplomacia, pero la realidad en estos tiempos no permite tal término, puesto que el país del norte se ha creado su propia imagen como el eje del mal.

 

¡Esos largos años de sometimiento que vivió nuestra región quedaron atrás!

 

En este mismo orden de ideas y continuando con las declaraciones de la portavoz Psaki, la misma asegura que «la política adoptada hace mucho tiempo por Estados Unidos es no apoyar transiciones políticas por medios no constitucionales. Las transiciones políticas deben ser democráticas, constitucionales, pacíficas y legales».

 

¿Y lo ocurrido en el 2002 cuando apoyando a las fuerzas de la derecha venezolana intentaron deponer al Comandante Chávez era constitucional, legal y pacífico?

 

Contundentemente en su momento, estos hachos fueron denunciados por el embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Jorge Valero, quien presentó una serie de documentos que indicaban la  injerencia de EE.UU. en el golpe.

 

Psaki subrayó que Estados Unidos «no está promoviendo la inestabilidad social en Venezuela ni intentando socavar la economía de Venezuela ni a su Gobierno».

 

Entonces, ¿se pude llamar casualidad que el mismo plan de guerra económica aplicada en Chile se esté implementado en Venezuela como estrategia para la desestabilización?

 

Recordemos parte de lo que en 1970 Richard Nixon aseveró: “Haremos chillar a la economía chilena”; acabando posteriormente con Allende.

 

La representante del Departamento de Estado sugirió que «el Gobierno venezolano debería parar de intentar distraer la atención de los problemas económicos y políticos del país y centrarse en encontrar soluciones reales a través del diálogo democrático entre los venezolanos».

 

Se pretende crear, de esta forma, un escenario que no tiene nada que ver con la realidad del país. El Presidente, por su parte, ha realizado innumerables llamados a los sectores de la derecha al diálogo, muchas mesas de trabajo se llevaron a cabo y mientras el Gobierno ofrecía una mano, los oposicionistas continuaban con sus intentos golpistas.

 

En Venezuela, el pueblo, las instituciones, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en conjunto, trabajan arduamente para salir adelante y por supuesto que existen soluciones reales, prueba de ello son las políticas implementadas por el Estado para continuar dándole estabilidad a los ciudadanos pese a los obstáculos y agendas de confabulación que internan imponer.

 

Para finalizar, Psaki añadió: «El Gobierno venezolano debería respetar los derechos humanos de sus ciudadanos y dejar de intentar intimidar a sus opositores políticos”.

 

¿Con qué moral habla de derechos humanos el país donde el racismo, el maltrato a los latinos es cada día peor? Cuando acaben con Guantánamo, por mencionar un ejemplo, tal vez puedan emitir algún juicio al respecto.

 

Ahora bien, los “opositores políticos” no están por encima de la Constitución, si cometen un delito deben atenerse a las consecuencias; están los Tribunales e instituciones judiciales que se encargarán de juzgarlos.

 

Las libertades en Venezuela son ampliamente respetadas, somos libres, independientes y soberanos y ningún imperio va determinar el destino o futuro de la Revolución Bolivariana porque ésta continúa por mandato de la mayoría.

 

Nuestra Latinoamérica debe estar unida, nuestros líderes lucharon y nos dejaron grandes herramientas para salirle al paso al imperio. El pueblo es sabio y sabe de luchas.

 

Recordando a nuestro Comandante Chávez en una entrevista que ofreciera al periodista Walter Martínez, palabras del argentino politólogo y sociólogo Atilio Boron:

 

“Chávez dejó un legado que si le somos fieles a ese legado y yo estoy seguro que los gobiernos de izquierda en la América Latina serán fieles a ese legado, vamos a poder contener este afán de expansionismo norteamericano en la Región”.

 

(LaIguana.TV)