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La oposición venezolana busca el respaldo del mundo para lograr «salir» del presidente Nicolás Maduro y borrar cualquier huella de chavismo que quede a su paso. Para eso, montan matrices informativas que hagan ver al país en una situación insostenible de ingobernabilidad y de todo tipo de violaciones por parte de las autoridades.

 

Tienen ya de su lado al secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien además de pretender aplicar la Carta Democrática contra Venezuela, da declaraciones casi a diario sobre la situación en nuestro país, aunque no sean ciertos los argumentos, que repasaremos a continuación:

 

Represión vs ataques a funcionarios de policía o guardia nacional

 

La tesis de la represión contra «manifestantes pacíficos» se posiciona cada vez que se convoca a alguna marcha por parte de la derecha, aunque hay incontables muestras de los insultos, golpes, amenazas y hasta humillaciones que deben soportar los efectivos de seguridad del Estado, a cargo de grupos que provocan a una confrontación.

 

También hay pruebas de los destrozos a infraestructuras públicas y privadas que dejan cada vez que salen a manifestar en las calles del país.

 

Libertad de expresión y prensa

 

Cada vez que un vocero o personalidad dice desde Venezuela que en el país la libertad de expresión y de prensa es violada, lo hace frente a decenas de cámaras y micrófonos que replica sus palabras alrededor del mundo.

 

En cada acto público de la oposición, miles de personas, con teléfonos y cámaras personales, registran lo que ocurre y publican por redes sociales sin ningún tipo de represalia por parte de los organismos de seguridad.

 

Incluso, voceros de la oposición se atreven a lanzar acusaciones falsas y muy peligrosas, como la que emitió por Twitter el alcalde de El Hatillo, David Smolansky, denunciando el supuesto uso de armas químicas durante una manifestación. 

 

Venezuela vive una «dictadura»

 

Llaman dictadura a un lugar en el que salen a quemar la ciudad, ponen en peligro a niños, embarazadas y adultos mayores con el humo de la basura que encienden, y al día siguiente salen como si nada. La persecución es tan fuerte en las dictaduras, que hay oídos por todas partes, y el que apenas diga algo contra las autoridades es ya sujeto de represalias.

 

También hablan de dictadura en el país donde además de haberse realizado 20 elecciones en 18 años, estas últimas le dieron la mayoría en el Parlamento a la oposición.

 

Cuando el impasse entre el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía General de la República, el presidente (de la coalición de la derecha) fue convocado al Consejo de Defensa de la Nación. Este, llamado según las exigencias constitucionales, igualmente no asistió.

 

El gobierno nacional, y específicamente el jefe de Estado, Nicolás Maduro, ha convocado insistentemente a un diálogo con dirigentes de la derecha. Estos se han negado, y las veces que han participado, se retiran unilateralmente.

 

Crisis humanitaria

 

Fundamentan ese discurso en la dificultad de acceder a alimentos y medicinas, aunque el Ejecutivo ha centrado sus esfuerzos en ambos factores:

 

La conformación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, por una parte, para mejorar el acceso de la población a alimentos de consumo masivo que no aparecen con regularidad en anaqueles, específicamente los de precio regulado.

 

En segundo lugar, con intentos de acercamiento al sector farmacéutico, que depende de grandes transnacionales. Estas, a pesar de haber recibido grandes sumas de divisas a tarifa preferencial, no cumplieron con la necesaria importación de medicamentos.

 

Armas químicas

 

El más reciente show lo montó este sábado 8 de abril el alcalde del Municipio El Hatillo, David Smolansky, al ponerse en franco ridículo con un mensaje en su cuenta de la red social Twitter, comparando el uso de gas lacrimógeno por parte de los órganos de seguridad del Estado, con los ataques químicos perpetrados en Siria. Estos derivaron, cabe acotar, en la intervención militar y política de EE.UU. en ese país, constituyendo años de bombardeos, devastación, desplazados y refugiados, un verdadero holocausto.

 

Ese mismo día, los cuerpos de seguridad utilizaron gas lacrimógeno con el fin de dispersar a la horda violenta de la oposición que intentaba llegar a los espacios del centro de la ciudad donde se realizaban actividades culturales y deportivos dejando a su paso destrucción y caos. Los dirigentes luego de verse ante la militancia concentrada los llamaron a llegar a la Defensoría del Pueblo para luego dejarlos sin liderazgo, desbordados y arremetiendo contra la infraestructura urbana.

 

El ya famoso tuit de Smolansky que refiere a las armas químicas parece un llamado a la intervención extranjera, directamente a EE.UU. queriendo repetir la historia que vivió y vive aún el pueblo de Siria, comparando al presidente Nicolás Maduro con Bashar al-Asad así como la realidad del país caribeño con la del país árabe.

 

Este argumento de las armas químicas fue desmentido por alguien que con la misma “ingenuidad”, quiso “denunciar” con la bomba en la mano pelada, desnuda y sin protección alguna, la supuesta arma letal.

 

 

(LaIguana.TV)