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Este miércoles 12 de abril en horas de la madrugada, varios templos religiosos de la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira, fueron profanados con mensajes ofensivos y amenazantes en contra de los sacerdotes.

 

En este sentido,  el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora condenó dichos ataques.

 

“Justamente un día como hoy que los siervos de Dios abrimos nuestros corazones a la oración en la Semana Mayor. Los militantes del odio se ensañan con la Catedral  San Cristóbal”, escribió Vielma a través de su cuenta Twitter @VielmaEsTachira.

 

En otro tuit el mandatario reiteró el a poyo a la Diócesis y parroquias del estado: “Han sido un pilar de mi gestión. Hoy les llamo a la oración para que Dios perdone a quienes usan su viacrucis con fines políticos y violentos”, dijo.

 

Igualmente, el monseñor Mario Moronta obispo de San Cristóbal repudió este tipo de actos: “Escritos en la oscuridad de la noche reflejan la tenebrosa intención de quienes lo hicieron: sembrar confusión, miedo y provocar respuestas violentas”, expresó.

 

A continuación el comunicado en el que expresa su posición en seis puntos:

 

1.-“La muralla es el papel del canalla”, suele decir el adagio popular. Por eso, quienes se han valido de los muros de nuestros templos para ofender y amenazar de muerte a nuestros sacerdotes, son personas con sórdidos intereses y sin valentía. Con ello no conseguirán sembrar miedo ni desesperanza en nuestros fieles y, mucho menos, en nuestros sacerdotes.

 

2.-Los sacerdotes de nuestra Diócesis de San Cristóbal no se amilanan ni sienten amedrentamiento ante esas inmorales amenazas. Al contrario, es una nueva oportunidad para reafirmar la configuración al Buen Pastor, quien da la vida por sus ovejas (cf. Jn 10,15).

 

3.-Invitamos a toda la feligresía y a los hermanos de buena voluntad a que, sin dejar de orar por los sacerdotes, reafirmen su cercanía y amistad hacia cada uno de ellos.

 

4.-Solicitamos de las autoridades correspondientes una seria investigación para conocer el origen cierto de dichos mensajes y la aplicación de las sanciones respectivas de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente.

 

5.-Lamentamos este episodio. Quienes hicieron esos “graffitti”, pueden tener la seguridad de que los sacerdotes seguirán cumpliendo debidamente su ministerio, para el cual fueron consagrados, sin miedos ni vacilaciones. Entiendan que en el Táchira seguirá habiendo sacerdotes generosos y dispuestos al servicio del pueblo. Hacemos nuestras las palabras de San Pablo: “Este es nuestro ministerio, y como lo tenemos por gracia de Dios, no nos desanimamos” (2Cor 4,1).

 

6. Que estos días de semana santa, podamos seguir profundizando en el misterio de la auténtica liberación, la del Cristo redentor quien con su muerte y resurrección nos da una vida nueva y llena de libertad. Para ello, contamos con la intercesión de María del Táchira, Nuestra señora de la Consolación.

 

(LaIguana.TV)

 

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