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Recientemente, en las últimas protestas antigubernamentales convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha sido notorio el uso de niños, niñas y adolescentes, por parte de los manifestantes, dentro de las guarimbas y de los actos violentos, desestabilizadores y terroristas llevados a cabo en distintas zonas del país.

 

Muchas fotos y videos han circulado a través de las redes sociales: menores recibiendo dulces a cambio de gritar groserías y consignas contra el presidente Nicolás Maduro y contra la Revolución Bolivariana, infantes encapuchados preparando bombas molotov, participando en actos vandálicos y lanzando piedras contra los cuerpos policiales. Estos son solo algunos de los ejemplos de un claro abuso y vulneración del derecho infantil a una vida sana y sin violencia.

 

Ante estos hechos resulta muy válido preguntarse: ¿Por qué la Fiscalía General de la República no se ha pronunciado o no ha actuado en contra de este vergonzoso y repudiable delito? ¿Por qué los jueces y las autoridades que velan por el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente (Lopna) no han tomado cartas en el asunto?

 

Los anteriores, recordemos, son delitos de acción pública, donde se violan normas de orden público. Los padres de estos menores, por ende, estarían incurriendo en múltiples violaciones. ¿Será que desconocen este tipo de normativas, o será que, ante la permisividad de las autoridades, ya están acostumbrados a cometer semejantes atrocidades?

 

Los Consejos de Protección del Niño, Niña y Adolescente, cabe destacar, tienen como misión velar por la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, a lo largo y ancho del territorio nacional, basándose en la protección integral que el Estado, la familia y la sociedad deben brindarles desde el momento de su concepción. ¿Por qué hasta la fecha este tipo de instituciones no se han activado y pronunciado?

 

Desde esta trinchera se hace un llamado a las autoridades, para que promuevan activamente el cese de este tipo de acciones desmedidas e «inconscientes» contra los menores de edad. El llamado también se hace a los familiares de estos infantes, para que no contagien a sus hijos e hijas del odio que ha inoculado la derecha en sus mentes. Ante todo, siempre es necesario que impere la responsabilidad y la cordura.

 

(LaIguana.TV)

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