cuadro-huuum.jpg

 

Quienes se autoerigen como defensores del país y de la libertad han desatado en los últimos días una cacería de brujas, al mejor estilo nazi, contra familiares, funcionarios y líderes del chavismo, sin importar muchas veces que, en el caso de quienes ocuparon algún cargo público, se hayan desmarcado de la Revolución Bolivariana.

 

Estos grupos de la extrema derecha han utilizado las redes sociales para publicar información personal y ubicación de personas en el exterior ligadas a la Revolución, para que sean acosados.

 

Estos facinerosos y quienes celebran este tipo de actitudes no toman en cuenta (no se sabe si apropósito o por ignorancia) que sus acciones violan flagrantemente los artículos 60 y 61, del capítulo III concerniente a los derechos civiles establecidos en la Constitución Nacional.

 

El artículo 61 señala: “toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos”.

 

Mientras que el 62 hace alusión a que: “toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y a manifestarla, salvo que su práctica afecte su personalidad o constituya delito. La objeción de conciencia no puede invocarse para eludir el cumplimiento de la ley o impedir a otros su cumplimiento o el ejercicio de sus derechos”.

 

Es lamentable que en pleno siglo 21 un pequeño sector de la sociedad, identificado con la extrema derecha y que dice estar integrado por personas cultas e inteligentes, se deje llevar por el odio, el fascismo, la intolerancia y la ignorancia, y cometan acciones de este tipo que van en contra de cualquier tipo de convivencia y de elementales reglas de comportamiento humano.

 

(LaIguana.TV)