El presidente del Grupo Hinterlaces, Óscar Schémel, manifestó este sábado que la segunda etapa de la guerra no convencional en contra de la Revolución Bolivariana incrementará en sus estrategias violentas, luego de que la  primera fase de 45 días culminara con un lamentable saldo de 43 víctimas.

 

“Se inicia ahora una segunda etapa, también de 45 días, en la que arreciará el foquismo extremista, la insurrección armada a través de acciones violentas más sofisticadas, los crímenes, sabotajes, las sanciones contra altos funcionarios del Estado e incluso sanciones económicas”, dijo en su acostumbrada Editorial.

 

En ese sentido, explicó que la guerra de cuarta generación o guerra no-convencional contra la Revolución Bolivariana es ejecutada por  laboratorios de desestabilización política y socio-emocional, cuya estrategia es diseñada y articulada principalmente desde los Estados Unidos y Colombia.

 

Alertó que “intentarán sembrar fracturas en la unidad cívico-militar, las instituciones y el chavismo” para derrocar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, además de “preparar a la opinión pública nacional e internacional para que acepte y respalde finalmente una intervención multilateral” con la excusa de una ayuda humanitaria, la ingobernabilidad y la violación de los derechos humanos.

 
También refirió que en el plan orquestado en contra del proceso revolucionario se sigue subestimando la fuerza social, simbólica y política del chavismo, y la conciencia bolivariana de las Fuerzas Armadas.

 
“Se sigue subestimando la fuerza social, simbólica y política del chavismo, la considerable y cohesionada base social de apoyo que todavía mantiene hoy la Revolución, su inmensa capacidad de respuesta social y militante para enfrentar una eventual intervención, la conciencia bolivariana de las Fuerzas Armadas, entre otras significativas fortalezas, frente a una oposición que está muy lejos de convertirse en una alternativa o de garantizar condiciones mínimas de gobernabilidad y estabilidad, y que sigue desconectada dramáticamente de las expectativas populares”, argumentó.

 

De esa manera, aseguró que “después de 45 días de aplicación del Plan insurreccional, la pretendida explosión social no se ha producido”, ya que su ejecución solo ha convocado importantes movilizaciones, en su mayoría de las clases medias.

 

(LaIguana.TV)

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