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La fase armada de la guarimba

 

El plan insurreccional contra Venezuela ha pasado a una nueva fase en la que la intimidación no es suficiente sino que prevalece la incursión de grupos armados. Luego de ensayos en algunos lugares de Caracas, Miranda, Lara, Carabobo, Táchira y Mérida, grupos armados de la MUD se encaminan a una faceta nueva de la violencia que gira en torno al caos, los saqueos y el ataque a sedes policiales y militares. Tan solo el 15 de mayo una marcha antichavista terminó invariablemente en lanzamiento de morteros con los que incendiaron el Centro de Coordinación Policial de Colón (municipio Ayacucho) y parte de la Prefectura de la jurisdicción, resultaron afectadas las fachadas de viviendas y locales comerciales a los que les partieron vidrios y puertas.

 

El plan de estado de sitio en esta parte de la zona fronteriza con Colombia avanza al ritmo de los eventos violentos que se han registrado en gran parte del estado Táchira y algunas localidades de Mérida. En un episodio violento en Palmira, municipio Guásimos, Luis Alviárez de 17 años murió de un disparo en el pecho, por ello dos policías nacionales (PNB) fueron imputados por los delitos de homicidio intencional calificado por motivos fútiles e innobles, y uso indebido de arma orgánica.

 

En Capacho Nuevo murió de un disparo Diego Hernández, jefe de los CLAP del municipio Independencia, por lo cual un funcionario de Politáchira fue imputado por este hecho.

 

El jueves 18 de mayo ingresaron nueve heridos al Hospital Universitario de Los Andes producto de enfrentamientos armados en el municipio Tovar, estado Mérida, la mayoría (dos Polimérida, un Guardia Nacional Bolivariano -GNB- y tres civiles) por arma de fuego, el resto por objetos contundentes.

 

El ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, anunció la detención de seis paramilitares colombianos durante los actos vandálicos en el estado Táchira el martes 16 de mayo, agregó que los operadores de guerra financiados por el antichavismo portaban uniformes de la PNB y ejecutaron asaltos a 11 establecimientos comerciales, con pérdidas millonarias para sus propietarios. Una diputada del partido Acción Democrática del Táchira acusó a los «colectivos armados» y funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de todas las muertes ocurridas durante la escalada violenta que ya sobrepasa los 50 días.

 

Sin embargo, fuentes de la gobernación afirman que presuntos funcionarios de las policías al mando de los alcaldes de Ureña, Guásimos, Córdoba, Cárdenas y Torbes (tres de ellos gobernados por Voluntad Popular) estuvieron liderando grupos armados (mediante las policías locales que controlan) que se desplazan en motos por dichas jurisdicciones tachirenses promoviendo actos de violencia, terror y saqueo de comercios. También estos militantes antichavistas promueven el secuestro colectivo mediante cierres de vía, cobro de peaje y levantamiento de barricadas, lo cual es celebrado como «resistencia» por infinidad de cuentas en redes sociales de opositores. 

 

Afectación de la distribución de combustible

 

Trabajadores del transporte público del municipio Ayacucho declararon que se encontraban paralizados desde hace aproximadamente 10 días por falta de combustible en las estaciones de servicio de la jurisdicción. Aun cuando la entidad cuenta con una reserva «estratégica» para vehículos oficiales de «asistencia», empresas y servicios básicos, la falta de gasolina por el cierre de vías intensifica la paralización de actividades que ya ha ido llevando a cabo el toque de queda decretado por bandas armadas de la MUD.

 

En el caso de Rubio la violencia ha sido constante desde abril de este año y en San Cristóbal el escenario ha sido más violento, no sólo por los muertos sino por la presencia de encapuchados armados aterrando en urbanizaciones, destruyendo viviendas, vehículos y empresas. En algunos lugares los vecinos de la zona han salido en defensa de los locales comerciales enfrentando a las bandas, lo que pudiera incrementar las cifras de heridos y muertos. Una vez detonado el escenario violento las consecuencias son impredecibles.

 

Ataques a sedes militares

 

El antichavismo, escalando a un grado mayor de violencia, realizó dos ataques a instalaciones de la FANB. Uno a la Batería de Morteros, ubicada en La Grita, municipio Jáuregui, donde incendiaron un carro propiedad de un trabajador civil y lo empujaron al portón principal del cuartel para robar armas y provocar a personal militar que estaba dentro de las instalaciones. Siete involucrados serán juzgados en jurisdicciones militares. También, entre 80 y 100 antichavistas asediaron a la sede del grupo 215 de artillería de campaña Genaro Vásquez del Ejército Nacional Bolivariano en plena ciudad de San Cristóbal, lanzando bombas molotov a un depósito de bombonas de gas y disparando metras. El comandante de la unidad, teniente coronel Araque, resultó herido por una de ellas. Se han contabilizado otros nueve funcionarios militares heridos, un primer teniente de la Batería de Morteros herido con objeto contundente en la cara, dos funcionarios de la PNB y seis funcionarios de la GNB.

 

El jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral de Los Andes (REDI Los Andes), Mayor General José Morantes Torres, calificó este esquema de agresión sistemática de «estar rayando en la insurgencia armada» y ello es confirmado por el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora, mediante la publicación de un audio en el que Gaby Arellano coordina la colocación de barricadas y las acciones de los encapuchados.

 

La guarimba como fase callejera de la guerra económica

 

El presidente de Fedecámaras Táchira, Daniel Aguilar, manifestó en la misma semana que camiones cargados con verduras, hortalizas y frutas para más de 200 ciudades del país ”no han viajado por la inseguridad y los múltiples problemas creados en alcabalas y puntos de control» obviando las pérdidas millonarias que ocasionan la guerra económica y el plan Almagro en la zona. El jefe de la REDI lo acusó de amenazar al director del liceo militar Jáuregui, dijo tener audios como pruebas.

 

Asimismo el gobernador Vielma Mora reveló que, en alianza con sicarios y terroristas de la zona norte, algunos ganaderos de los municipios Panamericano y Samuel Darío Maldonado han prestado tanto tractores y volteos como logística de alimentos para mantener cerrada la vía Troncal 1 del estado. Para el sábado 20 la FANB logró el despeje de la carretera Panamericana y llegaron 45 cisternas de combustible al estado Táchira.

 

La violencia antichavista, en coordinación con sectores económicos y bandas paramilitares, ha desatado una oleada criminal que encamina a ambos estados andinos hacia un paro generalizado y la zozobra. Esto ha obligado a la FANB a implementar una segunda fase del Plan Zamora, tan criticado por la MUD. Para ejecutarlo se han desplegado 2 mil GNB adicionales y 600 tropas de Operaciones Especiales del Ejército que se enfocarán en la búsqueda y captura de los grupos generadores de violencia nacional y delincuencia transnacional.

 

Como telón de fondo a todas estas acciones, hoy 22 de mayo, contenidas por la fase 2 del Plan Zamora, se encuentran las capturas y enfrentamientos con paramilitares provenientes de Colombia y el desmantelamiento de un campamento cercano al Norte de Santander hace par de meses. Dato que pone en relieve la incursión de grupos irregulares y paramilitares como vanguardia de la violencia callejera articulada políticamente por Voluntad Popular.

 

Hace dos días Freddy Guevara acompañó una movilización antichavista en el estado Táchira, donde aseveró ir a «respaldar a los gochos» y sus acciones de «resistencia».

 

(Misión Verdad)

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