Desde 2003, cuando se creó la Misión Robinson, más de 2 millones 900 mil venezolanos han sido alfabetizados con esta misión a través del método «Yo sí puedo», el primer gran programa promovido hace 13 años para atender la deuda histórica de los gobiernos de la IV República en materia educativa.
«Yo sí puedo» es una estrategia de enseñanza de las primeras letras, desarrollada por especialistas y asesores cubanos e implementado en el territorio venezolano para llevar el conocimiento a las comunidades más vulnerables y a quienes nunca tuvieron la oportunidad de aprender a leer y escribir.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, en unas de sus intervenciones en público expresó que los resultados de esta misión, «dan muchas señales de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que somos capaces de hacer hacia el futuro», dijo el mandatario nacional, al calificar como histórico dicho logro porque permitió que hombres y mujeres del país construyeran «su propia luz, su propia educación».
Tras su creación, la misión llegó a todos los rincones del país. Dos años después Venezuela fue declarada territorio libre de analfabetismo, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 28 de octubre de 2005.
De acuerdo con esta institución, para que un país o territorio sea calificado dentro de esta categoría es necesario que más del 96% de la población mayor de 15 años de edad sepa leer y escribir, logro que se alcanzó en Venezuela.
Este programa educativo tuvo continuidad con la creación de la Misión Ribas, que corresponde a la educación media; y la Misión Sucre, correspondiente a la universitaria. En el 2015 nació la Misión Robinson II Productiva por iniciativa del presidente Nicolás Maduro, con el fin de incorporar a los alfabetizados en el proceso de construcción de un modelo de economía productiva.
Este miércoles se cumplen 17 años de la juramentación de dos mil brigadistas de la Campaña Bolivariana de Alfabetización, por parte del comandante Hugo Chávez, con el objetivo de reducir el índice de analfabetismo, que antes de la llegada de la Revolución Bolivariana se ubicaba en aproximadamente 1,5 millones de personas.
(AVN)
