El curioso hecho ocurrió durante las pruebas de salto de longitud de la Liga de Diamante de la IAAF, que tiene lugar en la capital noruega, Oslo. La deportista nigeriana Blessing Okagbare, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín, no perdió el control tras lo sucedido y esperó a que los jueces validaran su salto (6,21 metros) para recoger su peluca de la pista.

 

(RT)

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