Hace ya 31 años, Diego Armando Maradona vivía uno de los días más gloriosos de su carrera futbolística, un gran momento para la fanaticada Argentina con una de las jugadas más polémicas en la historia del Mundial de fútbol y con un gol que sobrepasa en el entendimiento.
Argentina clasifica a la semifinal del Mundial de México de 1986 tras derrotar a Inglaterra, gracias a la «Mano de Dios» y al «Gol del Siglo».
Aquel 22 de junio, con un calor asfixiante y bajo la atenta mirada de 115.000 hinchas en el estadio Azteca de la Ciudad de México, el «Pelusa» y Argentina batieron a los ingleses (2-1).
Corría el minuto 51 cuando el ‘10’ de la albiceleste guiaba la pelota sorteando a la defensa inglesa. Al no encontrar espacios, se la cedió a su compañero, Jorge Valdano, que se hallaba a su derecha.
El delantero madridista optó por devolvérsela para evitar así la presión del centrocampista Steve Hodge, quien tras un intento fallido de despejar el balón provocó que éste saliera disparado hacia atrás, en donde se encontraba Maradona, listo para encarar al guardameta Peter Shilton.
El capitán de Argentina saltó junto al portero del Southampton, 20 centímetros más alto que él, y extendió su brazo izquierdo, impactando con su mano el esférico con toda la intencionalidad del mundo y enviándolo al fondo de la red inglesa. Al final del partido, el capitán de la Albiceleste reconocería que había marcado “un poco con la cabeza y un poco con la Mano de Dios”.
