El piloto Óscar Alberto Pérez, quien realizó ataques desde un helicóptero contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la sede del Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela, en el centro de Caracas, parece ser un fanático religioso que se define como un “guerrero de Dios” y “Soldado de la Luz”, lo que justificaría sus actos de violencia contra las instituciones y el gobierno bolivariano.
Una revisión de su cuenta en la red social Instagram permite localizar reiteradas imágenes de guerreros templarios, del arcángel Miguel y del propio Jesucristo, lo que ya ha comenzado a posicionarlo como una especie de enviado de Dios.
Esto coincide con el uso, por parte de los activistas violentos, de símbolos, atuendos y accesorios que se asemejan a los de los soldados que bajo el mando de la Iglesia Católica emprendieron las Cruzadas para tratar de reconquistar los lugares sagrados de la Cristiandad en el medio oriente y liberarlos de la dominación musulmana a partir del años 1095.
A esta indumentaria hay que agregar la participación de sacerdotes católicos en actos religiosos donde han dado la bendición de manera ritual a jóvenes encapuchados minutos ante ir al “combate” con las fuerzas del orden. Esto ocurrió en Barquisimeto, estado Lara el pasado jueves 15 de junio, cuando el obispo local Antonio López Castillo le pidió a un grupo de choque que siguieran luchando por el país y les prometió la protección de Dios. Asimismo el sábado 24 otro religioso bendijo y roció con agua bendita a quienes pretendían asaltar la base de La Carlota, en Caracas.
En su mensaje divulgado ayer destacan frases de carácter religioso como dirigirse al público como “Queridos hermanos” y presentarse con el término “Somos guerreros de Dios”.
Cabe destacar que ese perfil religioso ha sido correspondido con comentarios favorables en las entradas del la cuenta social del actor.
Algunas de las imágenes son estas:
(La Tabla)
