Cuadro-fiscal22.jpg

La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, ofreció declaraciones este martes 4 de junio sobre el antejuicio de mérito que le harán en el Tribunal Supremo de Justicia. Expresó que no asistió al TSJ ya que «no convalidaré ese circo que teñirá nuestra Venezuela de violencia y terror, no los reconozco».

 

«Esa audiencia se a a dar, eso es un hecho cantado y además los recuse porque los magistrados son ilegítimos e inconstitucionales. Yo intenté un antejuicio conta un grupo de ellos y esos son los que pretenden hacerme el antejuicio. La mayoría de los magistrados no cumplen con los requisitos para ocupar tan alto cargo, si yo los impugne ¿puede haber objetividad? por supuesto que no».

 

Habló sobre la solicitud de antejucio hecha por el diputado Pedro Carreño «en esa solicitud, muy confusa y extravagante, trascribe el diputado una sentencia que se publicó el 28 de junio, ocho días después, el consigna el 16. Además de la creatividad que tiene el diputado es pitoniso, puede ver el futuro, deberíamos hacerle una consulta a ver qué pasará en el país ¿Cómo se explica que este diputado tenia conocimiento de esta futura sentencia? Hay que preguntárselo».

 

«Los abogados admitieron de inmediato la solicitud, es lamentable porque esa celeridad deberían aplicarla para otros recursos del país, como el de los diputados de Amazonas, quizás si tomaran decisiones como esas tuvieran más credibilidad. Yo supuestamente cometí faltas y así lo admite el Tribunal Supremo de Justicia  Están criminalizando mis actuaciones, como Fiscal yo puedo ejercer la acción penal».

 

Indicó que sigue teniendo razón con la ruptura del orden constitucional en las sentencias 155 y 156 «El diputado en su solicitud alegó que yo señalé que las sentencia 155 y 156 constituían una ruptura del orden constitucional y eso generó clima de inconformidad, yo si dije eso y sigo insistiendo en eso. UNa vez que lo denuncié, se convocó al Consejo de la Defensa de la Nación donde estuvo presente el presidente del TSJ y de la Sala Constitucional y de inmediato los abogados que fungen como magistrados procedieron a maquillar las sentencias, lo que significa que yo tenía la razón, por eso no puede constituir falta ni mucho menos delito esa afirmación que hice y que yo sigo haciendo».

 

(Panorama)