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Los fabricantes y empresas refinadoras de crudo en los EEUU (AFPM dadas sus siglas inglés) extendieron una comunicación al gobierno de ese país, en la que muestran su preocupación por unas eventuales sanciones petroleras que podrían estar siendo estudiadas para atacar nuevamente a Venezuela.

 

En la carta dirigida al presidente gringo, Donald Trump, se esgrime que dichas sanciones lesionarían la importación de crudo pesado a las refinerías del golfo y la costa este de los EEUU, teniendo estas que buscar “alternativas mucho más costosas” de otros países importadores.

 

“La sanciones que limiten las importaciones de crudo de Venezuela a los EEUU harán necesario que las refinerías estadounidenses que procesan actualmente este crudo aseguren su suministro de crudo menos óptimo”, refiere el presidente del organismo, Chet Thompson.

 

En el documento se hace hincapié, además, en la importancia del suministro del crudo desde Venezuela, siendo que en 2016 la refinerías estadounidenses importaran de allí “cerca de tres cuartos de millón de barriles de petróleo”. De recurrir a otras alternativas más costosas de importación de crudo, refiere el texto, resultarían en “mayores precios al consumidor” estadounidense.

 

EEUU amenazó el pasado mes de junio con algunas sanciones «sectoriales» referidas al sector energético en Venezuela, especificamente a la empresa estatal Pdvsa. Esta semana, el gobierno estadounidense concretó su accionar injerencista al imponer sanciones a trece altos funcionarios del chavismo.

 

(LaIguana.TV)

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