El antivenezolanismo lamentablemente se ha convertido en una especie de pasatiempo para algunos habitantes del vecino país. A través de las redes sociales cada día son más frecuentes los mensajes escritos por ciudadanos colombianos, que incentivan el odio, la discriminación y la burla contra nuestros compatriotas.
Tal es el caso del ciudadano Jota Naranjo, un supuesto cocinero oriundo de la hermana república a quien no le tembló el pulso para descargar, vía Instagram, todo su veneno contra los venezolanos. La excusa empleada por este sujeto para emitir un conjunto de comentarios fuera de lugar, fue el empate 1-1 de nuestra selección Vinotinto con el equipo de fútbol de Argentina, durante los partidos eliminatorios con miras al Mundial Rusia 2018.
«Estos venezolanos como siempre alabándose solitos. Bueno, están buscando felicidades donde no hay», expresó Naranjo, entre risas sarcásticas, haciendo referencia a una publicación del usuario @FutVealdia, en la que se elogiaba la actuación del portero Wuilker Faríñez el pasado 5 de septiembre.
«El único juego al que juega se llama Juego del Hambre. Lo único que saben hacer es el ridículo y pasar hambre», expresó el «chef» en otro comentario. «Nosotros recibimos a emigrantes, pero no a los vergüenzuelas. Vayan a hacer colas para que puedan comer algo, muertos de hambre. Y cuidado te matan por una Harina Pan, aunque sería una escoria menos», acotó el también graduado en «Comercio Exterior».
Es muy triste que «paisanos» colombianos se expresen de esta manera de un pueblo, de un gentilicio y de un territorio que ha recibido, en los últimos años y de forma cálida, a millones de habitantes del país neogranadino que han sido desplazados de su nación por culpa de los conflictos armados y de la pobreza.
Si bien no todos los colombianos piensan de esta manera, es muy cuestionable que algunos ciudadanos se valgan de la crisis económica que hoy día vivimos, para señalarnos y estigmatizarnos. ¿Dónde queda la humanidad y la solidaridad?
Estas expresiones de odio constituyen una pequeña muestra de la influencia negativa, que han ejercido las campañas antivenezolanas de los medios privados en varios países de nuestro continente.
(LaIguana.TV)
