Robeilys Peinado, la reina venezolana del salto con pértiga o garrocha, medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Londres 2017, habló en exclusiva con La Iguana.TV acerca de su fulgurante carrera deportiva.

 

A continuación, una versión de la conversación sostenida por Peinado (Caracas, 1997) con el periodista Clodovaldo Hernández:

 

-Te encuentras en Venezuela tomando un descanso, pero el ciclo del atletismo no se detiene. El año próximo habrá Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla, Suramericanos, en Cochabamba. Luego, en 2019, serán los Panamericanos de Lima, y en 2020,  el compromiso mayor, los juegos olímpicos de Tokio ¿Cómo se prepara una atleta de tu jerarquía para esas grandes citas?

 

-Es difícil, pero después de haber estado en un ciclo olímpico casi completo, ya vienes con más experiencia, con más ganas, con mucho entusiasmo y con ganas de poder llegar hasta el final del ciclo, como sería Tokio. Entonces, voy a estar trabajando muy duro para que las cosas salgan muy bien.

 

-Fuiste una de las grandes esperanzas de Venezuela para los juegos de Río de Janeiro, pero no pudiste llegar porque te lesionaste. ¿Cómo fue el proceso de recuperación no solamente físico, sino también psicológico?

 

-Muy difícil porque fue una lesión muy fuerte, y la primera vez que me someten a una cirugía. Pero gracias a Dios, con el apoyo de mis padres y de mi familia pude salir adelante, dejar eso un poco en el pasado. Ahora trato de olvidarlo, de borrarlo de mi vida, pero sí que me dejó una enseñanza importante.

 

-En lo físico, ¿la lesión sanó por completo?

 

-Bueno, todavía molesta un poco, pero yo trato de no prestarle mucha atención para que el dolor no sea muy grande.

 

-Venezuela ha tenido una gran subida en su nivel en el atletismo en los últimos años. ¿Cómo fue que jóvenes como tú decidieron incursionar en unas especialidades que, como en tu caso la garrocha, no son los más populares?

 

-Estoy en la garrocha gracias a un doctor cubano, Rolando Cruz. Estaba en la gimnasia artística y un día decidí retirarme, pero mi mamá me dijo: “Okey, pero no vas quedarte sin hacer nada, vamos a ir al estadio de atletismo”. Yo le dije: “¿pero por qué correr, a mí no me gusta correr?”, y ella me dijo que no se trataba solo de correr, que había otras especialidades. Cuando llegamos al estadio, la primera persona que nos encontramos fue al doctor. Mi mamá le preguntó qué día podía ir a entrenar, con qué entrenador, y él solo me miró y me dijo “Tú tienes que hacer salto con garrocha”. Nosotras no sabíamos ni siquiera qué era eso, él nos explicó un poco y luego comencé a investigar. El día que fui a hablar con el entrenador, ese mismo día comencé a entrenar. Me encantó, aunque duré mucho tiempo hasta que me dejaron agarrar una garrocha. Me preguntaba hasta cuándo iba a correr y un día les dije: “Si hoy no me dan una garrocha, no vengo más nunca”. Ese día me la dieron, y desde ese día me enamoré del salto con garrocha.

 

-En un deporte como este, las condiciones naturales de la persona deben ser muy importantes. Eso es lo que el doctor debe haber observado en ti. ¿Qué porcentaje le atribuirías tú a las características físicas en tu especialidad?

 

-Creo que casi que un 90%. Cuando llegué, el doctor dijo que esa era mi especialidad que yo me parecía al salto con garrocha, que él me veía y veía el salto con garrocha. Después comencé a cambiar un poco y él me advirtió que ya no me parecía al salto con garrocha. Entonces tuve que trabajar duro para parecerme de nuevo…

 

-En los últimos años has tenido un crecimiento en cuanto a musculación. ¿Esto tiene que ver con los cambios en el entrenamiento luego de la etapa de la categoría juvenil?

 

-Sí, todo ha sido muy distinto, y más porque hace dos años cambié de entrenador. Estoy trabajando ahora con otros métodos. Por eso la diferencia es mucha.

 

-El salto con garrocha es una especialidad en la que reinan las mujeres hechas y derechas, ya con veinticinco y hasta más de treinta años. Tú apenas vas a cumplir veinte en noviembre, lo que significa que tienes todo un mundo por delante. ¿Piensas en el 5,06, (5 metros 6 centímetros) el récord mundial femenino?

 

-Sí he pensado, pero también creo que voy muy rápido y es mejor dejar que las cosas fluyan. Este año no pensé nunca saltar 65 (4 metros 65 centímetros), pero salieron las cosas, así que nunca me presiono para buscar alturas o récords, dejo que los entrenamientos me los vayan dando poco a poco.

 

-En el deporte también hay polémicas, y cuando tú te lesionaste, alguna gente comentó que la lesión había sido producto de llevarte demasiado rápido. ¿Puede haber influido algo de eso?

 

-No, pienso que no tiene nada que ver porque a mí nunca me han presionado para hacer las cosas. Solamente que salen: me ponen un ejercicio nuevo y a los dos segundos ya lo estoy haciendo perfecto. Creo que no tuvo nada que ver, son cosas que pasan y quizás Río no era mi Olimpiada, me parece que el Mundial fue una recompensa por haber aceptado todo lo que pasó.

 

-En esos grandes eventos deportivos, se tiene la oportunidad de conocer a las grandes figuras del deporte. ¿Cómo es ese proceso para una persona tan joven como tú, por ejemplo llegar al mismo lugar que un Usain Bolt?

 

-Bueno sí, este año fue cuando lo vi más seguido en las competencias… La primera vez que lo vi quedé como congelada, no sé. Iba a buscar un agua y al final no terminé agarrando nada. Pero al final, ya me sentí como parte de ellos, del grupo, y además, algunas de las chicas de garrocha me recibieron muy bien… Es como un sueño cumplido porque siempre veíamos a esos atletas de alto nivel, por televisión, haciendo esos grandes logros, y que ahora tú puedas estar allí compartiendo con ellos el comedor, las habitaciones. Es como un sueño.

 

-¿Qué significa para ti Yelena Isinbayeva (atleta rusa, multicampeona y plusmarquista de la especialidad)?

 

-Bueno, yo admiraba mucho a Yelena desde que comencé en la garrocha y sabía todos sus logros y sus récords. Luego me puse a analizar sus saltos y supe que ella se fijaba mucho en Sergei Bubka (atleta ucraniano ya retirado, también multicampeón y plusmarquista olímpico  y mundial) y empecé a desviarme más hacia los saltos de Sergei. Soñaba con competir con  Yelena Isinbayeva en Río porque tenía entendido que ella iba, pero ya se retiró, así que es una meta que no podré cumplir… Pero espero conocerla en algún momento.

 

-Por cierto que  Isinbayeva pagó los platos rotos del equipo de atletismo olímpico de Rusia por el problema del doping, aunque ella misma nunca fue señalada. Aprovecho para preguntarte a ti, que has llegado tan joven a esa élite mundial, si existe la tentación del uso de sustancias prohibidas. ¿Hay gente que le llega a los atletas para engatusarlos… Te ha tocado algo de eso?

 

-Sí, hay personas que andan en eso, pero yo soy una atleta que no toma ni vitaminas. No tomo nada, ni agua. No le presto mucha atención a eso, estoy centrada en lo mío, sé lo que quiero y siempre me gusta jugar limpio.

 

-¿Una atleta de tu nivel tiene tiempo para pensar en otras cosas que no sea, en este caso, saltar con garrocha? ¿Cómo te ves en el futuro en cuanto a otros proyectos en la vida?

 

-Bueno, primero estaba estudiando Educación Física en el Pedagógico de Caracas, pero después me tuve que ir a Polonia y se me complicaron las cosas. Gracias a Dios, la Universidad Deportiva del Sur me ofreció estudiar a distancia Gestión Tecnológica del Deporte. Pues sí, me gustaría sacar una carrera, aparte del deporte, y también enseñar todo lo que sé y lo que he aprendido en cada ciclo de preparación a otros deportistas venezolanos, para que no sea una garrochista, sino muchas.

 

-¿Sabes si ya hay algunas nuevas figuras que estén emergiendo en el plano nacional en el deporte de la garrocha?

 

-Hay un pequeño grupo que trabaja con mi ex entrenador, entre ellas una chica llamada Victoria (Villanueva) que ha estado subiendo poco a poco. Le digo que yo hice los récords para que alguien los rompa. Quiero que ya batan esos récords.

 

-Hiciste el bachillerato en el liceo Caracas, que ha sido adaptado para atender los casos de los muchachos y las muchachas que tienen potencial en el plano deportivo. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Sigue funcionando?

 

-Sí, hasta ahora sí, y ha ido mejorando. Esa es una oportunidad increíble, una ayuda fantástica porque te permite estar concentrado en tus entrenamientos y a la vez tener tiempo para tus estudios. Los horarios son flexibles, permite llevar las dos cosas de la mano: el bachillerato y la preparación deportiva. Está muy bien

 

-En el mundo europeo del deporte, existe la profesionalización también en el atletismo. Tú perteneces a la Liga de Diamante. ¿Cómo es ese mundo? ¿No puede distorsionar la preparación del atleta como representante de su país?

 

-Para nosotros, los de atletismo, nuestro mayor logro es participar en una Liga de Diamante. Es la máxima competencia que tienen allá. Este año tuve la oportunidad de ir a dos paradas. La primera vez que fui, fue algo fantástico, del otro mundo, totalmente diferente a una Olimpiada o un Mundial. Es otra cosa. Mucho talento, yo me quedaba así como “¡guao, todos estamos aquí!”, porque nos reunimos la mayoría de los mejores atletas del mundo para dar un espectáculo. Para mí no fue tanto una competencia sino como ir a demostrar lo que sabemos. Hay una página donde se puede elegir quién va a ganar ese día… es como un juego entre los aficionados al atletismo y nosotros los que lo hacemos.

 

-¿Cómo se siente una persona que acaba de ganar una medalla o batir un récord en un estadio de dimensiones colosales, como es el de Londres, donde se hizo el Mundial?

 

-De verdad que en ese momento, cuando logré la medalla, yo no sabía de qué tamaño era el estadio ni cuántas personas estaban allí. Después fue cuando me fui dando cuenta, en la premiación cuando voltee y dije “¡guao!”. Yo tengo la maña o la manía de grabarme las imágenes en la mente, y cuando todo termina como que las empiezo a ver, a recordar. Cuando hice eso fue cuando me di cuenta de que estaba en un escenario inmenso. Es una experiencia muy bonita.

 

-¿Cómo es tu relación con Yulimar (Rojas, campeona mundial de salto triple), y cómo fue ese momento cuando ella ganó la medalla de oro en Londres?

 

-Bueno, Yulimar practica otra disciplina y por eso cada una estaba centrada en lo suyo, concentrada en su trabajo. En el momento en que Yulimar gana la medalla, yo estaba en la televisión, pero cuando la fueron a premiar me fui al estadio porque dije “no me puedo perder escuchar mi himno nacional frente a tantas personas”. Estoy feliz por sus logros y porque no tengamos una, sino dos medallas mundiales. Espero que en un futuro sean muchas más.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])

 

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