Venezolana radicada en España, la periodista Diana Carbajal forma parte del Comando Hugo Chávez Frías, que defiende la Revolución Bolivariana en las calles europeas. Estuvo como acompañante internacional del proceso electoral regional y regresó al viejo continente muy orgullosa de su pueblo.

 

Carbajal conversó con La Iguana.TV acerca de la cotidianidad de quienes le hacen frente en Europa a las matrices de opinión de la prensa global. A continuación, una versión del diálogo que sostuvo con el periodista Clodovaldo Hernández:

 

-¿Cómo es esa labor de defender la soberanía de Venezuela ante una prensa tan enfermizamente antichavista y contrarrevolucionaria como lo es la española?

 

-Es una locura, pero el mundo está hecho de locuras. Los grandes logros se han alcanzado mediante locuras. Es una locura apoyada y necesaria, respaldada por el sentimiento del pueblo español, que es muy distinto a lo que podemos percibir de sus gobernantes. Hay una gran admiración por Venezuela, por su proceso, por la lucha de los pueblos de la patria grande. Como venezolana hija de inmigrantes tengo la certeza de que un mundo mejor es posible. El legado que dejó el gigante Hugo Chávez Frías nos habla de humanismo, nos habla de ecologismo, de igualdad, de esperanza ante un mundo que está sucumbiendo, y esa es la gasolina necesaria para seguir empeñándonos en romper esos esquemas. No hay que olvidar que el corazón de la fiera es España porque es el único país de Europa que habla nuestro idioma. De allí sale la matriz de opinión que se expande por toda Europa en diferentes idiomas. En España, yo quizá sea una periodista polémica, pero creo que me he ganado el respeto hasta de los medios enemigos.

 

-¿Cómo fueron tratadas por la gran prensa de España las dos elecciones más recientes: las de la Constituyente y las regionales y cómo fue la respuesta de los medios alternativos?

 

-Durante las guarimbas, lo que mostraban y magnificaban los massmedia en España y en Europa en general era la represión del gobierno contra los manifestantes. Hasta la gente de izquierda se nos volteó. “¿Cómo posible?”, nos decían, “eso es una dictadura, la gente haciendo cola…”. Los medios de la derecha se esmeraron en consolidar esas matrices. Y una de nuestras desventajas es que esos grandes medios tienen capital para desplazarse, para venir a Venezuela a montar el gran circo. En esos días mandaron equipos que se esforzaron para mostrar gente con la franela de Chávez, recogiendo basura en la calle. Lo manejaron tan soberanamente bien que hasta la gente de izquierda comenzó a voltearse. Sin embargo, cuando se empiezan a tratar las guarimbas como terrorismo, el chip cambió para el público español. Nosotros tenemos años viviendo en Alerta 4 de terrorismo. No sé si coincidencialmente sucede lo de Londres (atentados cometidos mediante atropellamiento de personas) y el asunto del terrorismo toma mayor impacto. Cuando se acercan las elecciones de la Constituyente, los medios refuerzan sus matrices para hacer creer que es un intento de Maduro de crear una Constitución a su medida. Nosotros nos activamos en los medios alternativos. Por ejemplo, yo tengo un espacio que se llama “Entre flamencos y joropos”. Dimos apoyo a la Constituyente diciendo que Venezuela es la esperanza. Fue clave que la gente saliera a votar masivamente, y que quedara claro que era la oposición la que pretendió evitar que los ciudadanos ejercieran ese derecho.

 

Carbajal, quien también funge como corresponsal del programa Zurda Konducta en España, explicó que aunque la elección de la ANC fue un proceso no reconocido por el Parlamento Europeo ni por el gobierno de Rajoy, cuando se paralizó completamente la violencia comenzó a cambiar la percepción general del público español. Paralelamente, explica la entrevistada, había tomado fuerza el tema de Cataluña, y el público pudo ver cómo se allanaban las imprentas, eran detenidos los líderes del movimiento, había una persecución política. “Ahí surge la comparación, la gente dice: ‘Hey, ya va… ¿y todo lo que decíamos de Venezuela?’ Salen estas imágenes terribles de la represión en Cataluña, justamente antes de las elecciones de gobernadores. Eso fue providencial”.

 

Venezuela fue el escudo de los políticos españoles para no atender sus propios asuntos. Si se hablaba de corrupción, el señor Rajoy decía: “Venezuela”. Si se hablaba de violencia, decían “Venezuela”. La gente estaba cansada de eso. Nos decían  que “está bien que se ocupen de Venezuela, pero estamos hasta el moño de eso”.

 

La labor de enfrentar las matrices mediáticas es, según Carbajal, como nadar o, más bien, como surfear. “Los comunicadores que estamos apoyando estos procesos debemos estar pendientes por dónde viene la ola para tratar de montarnos en ella, aunque no contamos con recursos ni equipos ni el financiamiento que tiene la oposición en Europa, sobre todo en España, pero estamos haciendo un trabajo de corazón, con mucho compromiso”, asegura.

 

Acota que la razón de las campañas contra el gobierno venezolano es fundamentalmente económica. “Si nosotros solo produjéramos ganado y cerdo, nadie se metería con nosotros. La clave del interés del mundo en nosotros son las grandes riquezas que tenemos bajo los pies”.-¿Cómo influye la gente que ha vivido en Venezuela y se ha radicado en España, y que, en su mayoría, también son opositores?

 

-Ellos son los actores del guion que escriben los medios de la derecha. ¡Cómo les encanta hacer un show, un drama, contar una tragedia! Nosotros no queremos obviar nada, no queremos decir que esto es Alicia en el país de las maravillas, pero estas personas no tienen ni siquiera argumentos, sino que van a dar lástima. Ahora todo el mundo es exiliado político, todo el mundo ha huido por la represión. Da a hasta asco ver artistas como Carlos Baute, que va a un programa rosa a presentar un disco, y resulta que ¡vaya casualidad!, en el público, en la primera fila está sentada una señora que cuando lo ve se pone a llorar porque la canción de llama “Libre”, y la conductora del programa se voltea y le pregunta por qué llora, y ella responde “porque soy venezolana”… ¡Oye, un montaje de lo más burdo y barato!”.

 

Para la directora de la Plataforma Sin Banderas Radio-TV,  muchas de las personas que se van de Venezuela llegan con un “sueño español”, pero se dan contra la pared porque ese sueño no existe. “Luego, se dejan manipular por los intereses de gente como Lilian Tintori, que va a cada rato a llorar y sacarse fotos. Están envenenados, y por eso nosotros hemos sufrido amenazas de muerte, han publicado nuestras direcciones y teléfonos, han amenazado a nuestros hijos. Te llaman asesino, te quieren guarimbear, siendo uno alguien sin cargos políticos que actúa desde su conciencia. Forman parte importante en este show”, dice.

 

Agrega que en España, la gente llega a su casa cansada de trabajar para malvivir. “Tenemos siete millones de personas sin empleo, y tres millones rozando la exclusión social.  La situación de España no es para nada favorable”.

 

-¿La legislación española contempla alguna opción para enfrentar estos casos de hostigamiento contra ciudadanos?

 

-Legalmente la hay. La legislación española contempla como delito cualquier amenaza que se dé a través de las redes sociales. Existe una policía dedicada a los delitos informáticos. Tú puedes poner una querella que puede terminar en multas o penas de cárcel. De hecho, hemos visto que unos titiriteros estuvieron presos porque en una obra  hicieron referencia a la ETA y se consideró que estaban haciendo apología del terrorismo. Lo que pasa es que para poner una querella hay que pagar, aproximadamente unos 600 euros. Los procesos legales no son gratuitos.

 

Añade Carbajal que ante las quejas de simpatizantes de la Revolución venezolana, las autoridades se hacen de la vista gorda, no prestan protección. Eso quedó claro durante una especie de secuestro que hubo en un acto donde estaba el embajador, Mario Isea.

 

“Nosotros no somos diplomáticos, sino gente de a pie que formamos parte de las luchas de los colectivos sociales del pueblo español. Sabemos que hay que recibir palo, como lo hicimos cuando estábamos en solidaridad con la Plataforma de Afectados por las Hipotecas. No tenemos inmunidad diplomática, así que aprendimos a defendernos”.

 

La comunicadora aprovechó para advertir que una decisión anunciada por el presidente Maduro sobre la protección contra los llamados escraches sigue sin hacerse realidad. “El presidente encargó a la en ese momento canciller Delcy Rodríguez para que se formara una comisión de asesoría legal en apoyo a cualquier ciudadano, en cualquier país, que sea agredido  por defender la Revolución Bolivariana. Eso fue una noticia magnífica para nosotros, sentimos que tenemos un gobierno cercano a la gente que te defiende. Pero pasa algo: no debemos volvernos una revolución de titulares, y lo digo porque yo todavía estoy buscando esa comisión en Cancillería y no la he encontrado ni nadie me sabe dar razón. Así que uno tiene que defenderse solo. A mí, por ejemplo, me llamaron ¡asesina! , y yo les dije: ‘No lo soy, pero con todo gusto me estreno en este momento’, y se acabó el cuento.  Así nos defendemos nosotros en la calle porque no tenemos quien nos defienda”.

 

-¿Cómo vio la expresión del pueblo venezolano en las elecciones regionales a las que asistió como acompañante internacional?

 

-Me siento muy emocionada de la respuesta que dio el pueblo. Si de algo tenemos que estar orgullosos es de este bravo pueblo. Por eso nosotros todos nuestros actos los iniciamos con ese himno nacional que es la clave para entender lo que es Venezuela. El pueblo dio una muestra de civismo, de paz, de tolerancia. Nosotros recorrimos sitios muy populares, como Caucagua, pero también Baruta, y en todos lados vimos respeto. Estaban los representantes de la MUD y Primero Justicia, y los de la tolda chavista, y no había ese espíritu de enervación que se vende hacia afuera.

 

Para Carbajal, esa respuesta es especialmente significativa por la situación que está pasando el pueblo todo. “Mi familia, mis amigos, mis camaradas, todos están pasándola muy mal. Nos tomamos un café a las dos de la tarde en 2 mil 500 bolívares, y un rato más tarde estaba en 3 mil 500. Es una realidad innegable, y sin embargo, los resultados fueron óptimos. Son una cachetada al imperio y al Parlamento Europeo. Esto es soberanía y nos llena de fuerza para, desde fuera, y seguir luchando”.

 

Unas horas antes de emprender el retorno a España, y  Carbajal quiso transmitir un mensaje a sus compatriotas venezolanos: “Entiendan que no todos los venezolanos que estamos fuera somos escuálidos. Nosotros somos agentes multiplicadores del mensaje de Simón Bolívar. El Comando Hugo Chávez Frías existe en Europa para trabajar por los intereses y por la unidad con otros movimientos, como la Red de Solidaridad en Italia o el Grupo de Apoyo en Suecia. Cuando los camaradas dicen: ‘¡Ay, sí, qué revolucionaria eres…¿por qué no vienes a hacer cola aquí?’ , yo les respondo que no hago cola, pero me pongo en peligro de que me metan presa por ser una comunicadora , y tener un programa en una emisora española, y decir las cuatro verdades. Allá sí me pueden meter presa por eso, y además por ser una extranjera. No nos consideren venezolanos de segunda, dennos la mano, tendamos puentes, y que nuestra Cancillería sepa que los verdaderos embajadores somos la gente del pueblo, más que quienes tienen cargos diplomáticos, porque somos los que estamos viviendo las realidades.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])

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