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Un recluso en Alabama que pasó casi 30 años condenado a muerte quedó en libertad este viernes luego que los fiscales concluyeron que no había suficiente evidencia para vincularlo con los asesinatos de 1985 por los que fue acusado.

Anthony Ray Hinton, de 50 años, salió este viernes en la mañana de un penal en Alabama. Abrazó a sus familiares y dijo: «Gracias, Jesús».

Hinton fue declarado culpable de dos asesinatos ocurridos en 1985 durante robos en restaurantes de comida rápida cerca de Birmingham. La fiscalía vinculó a Hinton con los asesinatos a través de un revólver calibre .38 hallado en su casa.

Pero la fiscalía dijo el miércoles que sus expertos forenses no pudieron determinar si seis balas en el sitio del crimen —que eran el eje de la evidencia contra Hinton presentada en un inesperado nuevo juicio— provinieron de una pistola que los investigadores tomaron de su casa.

La jueza del condado Jefferson Laura Petro desestimó el jueves la causa contra Hinton.

El año pasado, la Corte Suprema envió el caso de Hinton de regreso a un potencial nuevo juicio, lo que motivó un nuevo análisis de la evidencia. Con esa decisión, el máximo tribunal determinó que el abogado de Hinton entonces pensó erróneamente que solamente tenía 1.000 dólares para contratar a un experto en balística y terminó contratando a uno de credenciales dudosas.

«Hemos estado esperando esto. Hemos creído que debería suceder», dijo Bryan Stevenson, abogado de Hinton y director del grupo Equal Justice Initiative, en Alabama. Stevenson argumentó durante 16 años que Hinton era inocente y que estaba trabajando en un almacén cuando ocurrieron los asesinatos.

 

(Agencias)

 

 

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