Este sábado el gobierno de Estados Unidos inició un cierre temporal e indefinido de sus actividades debido a la falta de acuerdo presupuestario entre los integrantes de los partidos Republicano y Demócrata para extender el presupuesto federal en vigor.
Dicha medida, vale destacar, ocurre precisamente cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, celebra el primer aniversario de su llegada a la Casa Blanca.
La noche de este viernes ambas toldas políticas no alcanzaron un acuerdo para extender cuatro semanas el presupuesto federal, situación que obligó a una paralización de operaciones.
¿Qué consecuencias tiene esta medida?
En la política norteamericana, el cierre de la administración supone una situación en la que el gobierno suspende la prestación de todos los servicios públicos menos los considerados como “esenciales”, ya que el Congreso no ha asignado los recursos para su financiamiento.
Los más afectados son los empleados públicos, quienes se ven forzados a ausentarse de sus puestos de trabajos. Los departamentos de Vivienda, Medio Ambiente, Educación y Comercio no realizarán su jornada laboral hasta tanto se levante el cierre.
Los parques nacionales y los monumentos también permanecerán cerrados, ya que es tradicionalmente una de las áreas afectadas cuando hay un cierre de gobierno.
Asimismo, la gestión de visas, pasaportes, y servicios migratorios presentaran retrasos.
¿Qué seguirá funcionando normalmente?
Las únicas áreas que, a pesar de la medida, seguirán prestando servicios de manera regular son los departamentos y funcionarios de seguridad nacional, como el Ejército, la Policía Nacional.
También lo harán los equipos de urgencias médicas, asistencia ante desastres, control del tráfico aéreo, servicios postales o prisiones.
De acuerdo con la agencia de medición de riesgo Standard and Poor’s, el cierre de gobierno podría costarle a la economía estadounidense unos US$6.500 millones por semana.
(LaIguana.TV)
