giracuadrado.jpg

El 1 de febrero ha comenzado la primera gira del secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, por América Latina y el Caribe. Durante una semana, se reunirá con los líderes de México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica. ¿Qué intereses tiene EE.UU. en la región?

 

El objetivo de la visita, según se anunció en un comunicado oficial, consiste en «promocionar un hemisferio seguro, próspero, democrático y con seguridad energética». Asimismo, se anticipó que Tillerson explicaría las prioridades políticas de la Administración Trump en un discurso en la Universidad de Texas en Austin (EE.UU).

 

En dicho discurso, realizado en vísperas de su viaje a México, Tillerson afirmó que EE.UU. seguirá presionando al «régimen» de Nicolás Maduro en Venezuela hasta que este «regrese al proceso democrático». En cuanto a las relaciones con La Habana, dijo que el futuro de las relaciones bilaterales «depende de Cuba».

 

Comentando el tema de Rusia, afirmó que  la «presencia creciente» de Rusia en la región es «alarmante». Además, expresó su recelo hacia las crecientes relaciones económicas entre los países de América Latina y China diciendo que estos «no necesitan ningún poder imperial nuevo».

 

«Aliados estratégicos»

«Antes Trump no tenía una política latinoamericana como tal», comenta a RT Vladímir Súdarev, del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia. Ahora Tillerson trata de cambiar esto. En todos los países que va a visitar están en el poder gobiernos que están a favor de profundizar la cooperación con EE.UU. «Todos estos países, que son clave para EE.UU., son los aliados estratégicos de la Administración anterior de Obama», explica Súdarev.

 

No obstante, en todos estos países, excepto Colombia, la percepción de EE.UU. ha empeorado tras la elección de Trump. Según los datos de Latinobarómetro, si en 2016 un 56% de los argentinos tenían una opinión positiva sobre EE.UU., en 2017 la cifra se redujo a un 49%. Lo mismo ha ocurrido en Perú (75% y 69% respectivamente). Pero la diferencia más drástica se observa en México: si en 2016 EE.UU. fue percibido positivamente por un 77% de los encuestados, en 2017 solo era un 48%.

 

«El destino más complicado»

«México es el destino más complicado en el viaje de Tillerson», opina el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Academia Rusa de Economía y Administración Pública Nacional, Alexánder Chichin. En su opinión, se debe ante todo al problema con los llamados ‘dreamers’: personas que de niños fueron llevadas ilegalmente a EE.UU., y cuya situación es ahora crítica tras la orden de Trump de cancelar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que hasta el presente les brindó protección. 

 

Otro punto difícil es que Trump no ha abandonado la idea de elevar un muro en su frontera sur, y sigue afirmando que México pagará por su construcción.

 

En cuanto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en caso de que EE.UU. cumpla la amenaza de salir del mismo, «supondría un duro golpe contra la economía de México, porque un 80% de todas las exportaciones e importaciones del país corresponden a EE.UU. en el marco de este acuerdo», advierte Chichin. «Si el TLCAN no se renueva, hay probabilidades de que México se mueva mucho a la izquierda», añade a su vez Súdarev.

 

«Plaza de armas»

La lucha antidroga será uno de los puntos de la agenda de Tillerson en su visita a Bogotá. No obstante, Chichin opina que aún más importante será «la discusión de una estrategia conjunta de EE.UU. y Colombia en la lucha contra Venezuela».

 

«La situación en Colombia es muy intranquila. Se sabe que EE.UU. la utiliza como una plaza de armas para los ataques políticos a Venezuela. Y cuando hace unos meses Trump anunció que incluso podría aplicar la fuerza militar contra Venezuela, todos imaginaron que la amenaza podría provenir del territorio de Colombia», señala Chichin.

 

Focos del socialismo

Otro aspecto importante de la gira de Tillerson es un intento de unir a los países de la región contra Venezuela y Cuba, opinan los analistas. «Tillerson quiere que los países latinoamericanos se consoliden y juntos presionen al Gobierno de Nicolás Maduro», subraya Súdarev. 

 

En su viaje, Tillerson debe comprobar la disposición de Argentina, Perú, México y Colombia de influir en Venezuela para que se produzca un cambio de gobierno, creen los expertos. Los analistas recuerdan que después del ‘impeachment’ de Dilma Rousseff y la victoria de Mauricio Macri, Venezuela y Cuba son los focos principales del socialismo y política independiente.

 

«Poner el ‘patio trasero’ en orden»

De acuerdo con el Departamento de Estado, durante la visita de Tillerson a Argentina, en el centro de atención estarán cuestiones de cooperación en el ámbito de la seguridad y economía; en Perú, distintos aspectos de cooperación bilateral y la preparación para la VIII Cumbre de las Américas en Lima en abril de este año. En Jamaica, se discutirán problemas de cooperación económica y del sector energético.

 

«EE.UU. también está intentando apoderarse del petróleo latinoamericano. Quieren comerciar con este ellos mismos», opina Chichin. Antes de la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela, fueron EE.UU. y, en particular, ExxonMobil, quienes explotaban la mayor parte de las reservas petroleras del país. Además, según los analistas, EE.UU. quiere suministrar a América Latina y el Caribe su gas licuado.

 

«Su estrategia está clara: controlarlo todo, cierran en sí todas las palancas económicas. Ahora, EE.UU. se ha puesto serio con América Latina. Siempre la consideraban su ‘patio trasero’, pero ahora han decidido poner este patio en orden según sus reglas», concluye el experto. 

 

(RT)

gira1cuadrado.jpg