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Luego de estallar el escándalo de corrupción en la empresa Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), por la compra de tres ferrys “chatarras” que fueron pasados como “nuevos”, empiezan también a aparecer los detalles en torno al polémico caso donde está involucrado un alto rango militar como el general Hebert García Plaza.

 

La pregunta del millón: ¿Por qué se autoriza el desembolso millonario de dinero público para adquirir unos navíos que eran vendidos por una empresa española como “material tóxico”, es decir, inservibles?

 

A través de un análisis de lo ocurrido hecho por la Superintendencia del Cuerpo Nacional contra la Corrupción, se evidencia que uno de los puntos clave de la estafa al fisco fue el informe presentado por la comisión que fue a España especialmente para evaluar la calidad y el costo de los ferrys.

 

Esa comisión conformada por 13 inspectores (tres de los cuales se encuentran detenidos en el Sebin) levantó un informe donde recomendó la compra de los buques a ojos cerrados y ocultó la información real al no señalar que las embarcaciones estaban deterioradas y requerían la compra adicional de repuestos para poder funcionar correctamente.

 

A pesar de que había otras ofertas con 4 empresas griegas para adquirir 4 buques por menos del monto gastado, la comisión de “expertos”  maquilló el informe final presentado al presidente Nicolás Maduro para la firma de los puntos de cuenta.

 

Así lo reseña el texto de la Superintendencia contra la Corrupción:

 

“Es decir, mal pudo el equipo de inspección recomendar la compra de embarcaciones y señalar en los puntos de cuenta 046, 012, 103 y 0320 de fechas 26 de junio, 22 de julio, 26 de septiembre y 11 de noviembre de 2013, presentados al Presidente de la República, que cada una de éstas se encontraban en condiciones óptimas de realizar hasta seis viajes diarios entre Puerto La Cruz y Punta de Piedras”.

 

El monto total invertido en la “chatarra” naviera ascendió a 50.184.320,30 euros.

 

(LaIguana.TV)