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Todos los ciudadanos holandeses serán donantes de órganos, a no ser que registren explícitamente y por escrito su rechazo a ello, o que una vez muerto, sus familiares no puedan superar la idea de no enterar el cuerpo de sus parientes y por tanto se nieguen a donar los órganos de la persona fallecida. El senado holandés ha dado su respaldo a la ley tras varias jornadas de debate y una tensa votación.

 

Se les enviarán dos cartas de advertencia a todas las personas que sean mayores de 18 años. Si no contestan a ninguna de ellas, se les registrará en el sistema bajo el apartado «sin objeciones» sobre la donación de sus órganos. La clave de este cambio es concienciar a la gente sobre la necesidad de donar y evitar que muchos se olviden de confirmar su deseo antes de fallecer.

 

Esta iniciativa ha sido propuesta en la anterior legislatura por los democristianos D66 y fue entonces aprobada por el Parlamento. En el Senado, obtuvo el voto a favor de 38 miembros, mientras que 36 votaron en contra porque consideraron que esta ley permite al Estado decidir sobre el cuerpo de los ciudadanos y otros creen que su aplicación costará mucho dinero y nada garantiza su efectividad.

 

(elmundo.es)