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Tras el tiroteo que se registró el pasado miércoles 14 de febrero en la escuela secundaria Marory Stoneman Douglas en la ciudad de Parkland, estado de la Florida (EEUU), tres venezolanas que se encontraban en el lugar relataron cómo sucedió y hablaron de los momentos de angustia que vivieron. 

Una joven de 17 años, identificada como Daniela Menescal Guariguata, relató que estaba dentro del salón de clases al iniciarse el tiroteo: «Cuando llegó el tirador y empezó a dispararnos, rompió el vidrio de la puerta, entonces las balas llegaron adonde yo estaba resguardada. Me asusté bastante. Luego sentí el disparo en la espalda. Pensaba que era mentira, estuve un rato pensando que era mentira… Todavía no puedo creer esto que ha pasado», relató a la cadena estadounidense Univisión, luego de que la dieran de alta en el hospital Broward Health North, donde la llevaron de emergencia.

«Yo tenía puesto un pantalón blanco y empiezo a ver que se me llena de sangre. De pronto, la niña que estaba frente a mí se voltea, una compañera de mi salón, y me pregunta ‘¿qué me pasa, qué tengo en la cara?’ y fue cuando me di cuenta de que tenía un balazo ahí, en su ojo, debajo de su ojo, y yo le dije que no pasaba nada para tranquilizarla. Pero le decía ‘no te toques», dijo la joven. 

Tras el hecho, su madre comentó que a la chica no le entró directamente ninguna bala y que las tres heridas son de «esquirlas», que aún tiene dentro de su cuerpo.

Por otro lado, la madre de Nicole Carrillo, otra de las víctimas y ciudadana venezolana, dijo que su hija recuerda que al llegar al primer piso de la institución se quedó paralizada, “estaba todo destruido y había mucha sangre”, señaló. 

Otra de las jóvenes relató que conocía al venezolano Joaquín Oliver, quien resultó muerto durante el tiroteo, a su vez, indicó que nunca imaginó «que pasaría esto en el colegio, porque todo era muy seguro». 

  

Las madres de estas adolescentes, vale acotar, han quedado consternadas ante el hecho, pues aseguran que se mudaron a la nación norteamericana por la supuesta «seguridad de sus hijos», sin embargo, fueron testigos de este lamentable suceso que dejó 17 fallecidos.

 

(LaIguana.TV)

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