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Basándose en la observación de los más recientes acontecimientos, puede decirse que en este momento el Gobierno ha ido mucho más allá de las acciones defensivas o del simple contraataque y ha pasado a la ofensiva. La Revolución Bolivariana sigue bajo asedio en los planos económico e internacional, pero sus respuestas a esas arremetidas han sido más contundentes que en otros tiempos, cuando se había visto inerme y contra las cuerdas.

 

En el campo económico, el Gobierno se ha puesto al frente con la criptomoneda y los programas regidos por el Carnet de la Patria, mientras que en el terreno político prácticamente no le da respiro a la oposición, al adelantar los comicios presidenciales y promover ahora la realización de una megaelección que incluiría a la Asamblea Nacional.

 

El experto en campañas electorales Atilio Romero dice que “en este escenario, Maduro avanza y mientras más rápido sean las elecciones, mejor le va a ir porque el chavismo está emocionado, se siente victorioso, se siente en avance, conquistador de la paz, mientras la oposición está absolutamente deprimida por las recientes derrotas y desconfiada en sus propios liderazgos”.

 

En el terreno económico, el más vulnerable del Gobierno, la estrategia oficial ha logrado una mayor cohesión de las políticas sociales, lo que ha robustecido la figura del presidente Maduro como protector de las clases populares. Así lo ve Romero: “Han logrado cohesionar su base de datos. Eso es algo mágico porque han sistematizado las políticas públicas. Antes todo era una cantidad de dinero sin conexión entre programas. No se sabía quién le daba a qué. Bueno, se hizo una big data de 16 millones de personas y se ha desarrollado un modelo actualizado y eficiente de realidad aumentada, el QR, lo que le ha permitido reconstruir las políticas sociales. Ahora no hay un conjunto de programas, sino una sola política, coordinada por un carnet”.

 

(LaIguana.TV)