En entrevista exclusiva para LaIguana.TV, la especialista se pronunció sobre la posibilidad de que el petro termine por reemplazar por completo al bolívar. Al respecto señaló que, de acuerdo a leyes económicas, cuando circulan dos monedas, la más fuerte se impone.

 

A continuación, una versión del diálogo que Curcio (Caracas, 1969) sostuvo con el periodista Clodovaldo Hernández:

 

-¿Son viables las expectativas que se han creado alrededor de la criptomoneda, el petro? ¿Ayudará a resolver los gravísimos problemas que está sufriendo el pueblo?

 

-Es necesario contextualizar el nacimiento del petro en este clima de las agresiones económicas contra el pueblo. Entre otros mecanismos que se han utilizado, está el bloqueo financiero internacional. Este aspecto específico está muy relacionado con lo que puede hacer el petro. Tenemos las sanciones de Estados Unidos y Europa que impiden a la República movilizar sus recursos financieros, lo que obstaculiza el desarrollo de los planes y políticas nacionales. Este año, Venezuela va a tener ingresos importantes por sus ventas de petróleo, a pesar de la caída en la producción que hemos visto. El precio ha subido, ya no está en los niveles a los que llegó en 2016. Es decir, que tenemos los recursos, pero no podemos movilizarlos porque deben pasar por las alcabalas del sistema financiero en Estados Unidos y Europa, que tienen la atribución de autorizar cualquier transacción desde Venezuela a otra parte del planeta. El petro es un instrumento que da respuesta para evadir, sortear el bloqueo financiero internacional. El petro, como una criptomoneda que no debe pasar por esas alcabalas, es una buena respuesta porque garantizaría el uso de estos recursos para todo aquello que se requieran.

 

Tomar precauciones

Curcio, quien es economista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), magister en Políticas Públicas del Instituto de Estudios Superiores de Administración y doctora en Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar (USB), explicó que el petro coloca a Venezuela a la vanguardia desde el punto de vista tecnológico en este campo, junto a potencias como Rusia, que recientemente lanzo el criptorublo. Sin embargo, recomendó tomar precauciones porque Venezuela tiene unas características económicas estructurales y coyunturales muy específicas, que deben tomarse en cuenta porque podrían influir en el desempeño de la criptomoneda.

 

-Desde el punto de vista estructural, en la economía venezolana desde hace muchos años, desde que nacionalizamos el petróleo, los ingresos provenientes del exterior son casi en su totalidad generados por el Estado. El 95% de las divisas que ingresan a nuestro país es por venta de petróleo. Otro 4% es por otros minerales también en manos del Estado. Eso es lo que ha venido justificando, desde 2003, el control cambiario. Antes de 2003, libremente, a tasa fija, los privados adquirían divisas y las colocaban fuera del país. Desde 1970 se estima que de 700 mil millones de dólares que han ingresado, más o menos la mitad ha salido nuevamente. El control cambiario establecido en 2003 se hizo precisamente para que queden recursos en el país y tributen al desarrollo económico. En estas condiciones estructurales, hay que garantizar que con el petro no se abra una rendija para flexibilizar el control cambiario. El petro, y cualquier política económica, deben garantizar que no se transfiera esa renta petrolera a los grandes capitales transnacionales. En el momento en que se pueda hacer un intercambio bolívar-petro, y luego petro-dólar o del petro con cualquier otra divisa, pudiese abrirse un espacio para flexibilizar el control cambiario, que es más que justificado en la economía venezolana.

 

Profesora de pre  y posgrado en la UCV y la USB, Curcio rebate la tesis de los economistas monetaristas y de otros voceros opositores, según la cual el control de cambios no ha surtido ningún efecto positivo para la economía nacional. “Esas divisas son del pueblo venezolano, y la experiencia indica que cuando se deja el cambio libre, caen en manos de una minoría. Hay quienes dicen que igualito con el control cambiario se han fugado las divisas porque no hay reservas internacionales. Eso no es cierto. El control cambiario ha funcionado. Desde su vigencia, han sido más los recursos que han quedado en el país, que los que se han ido. Esos recursos explican la disminución de 50% de la pobreza, la construcción de obras públicas a nivel nacional, el pago de pensiones. Esos son frutos de recursos que han quedado en el país. Es cierto que se han ido muchos recursos, pero la solución no es levantar el control cambiario sino hacerlo más efectivo”.

 

-Según lo que indican los reglamentos que se han dado a conocer, ¿existe ese riesgo de que se produzca esa brecha? Es de suponer que hay gente ya maquinando cómo hacerlo.

 

-Seguramente, porque siempre hemos dicho que el enemigo son los grandes capitales financieros, y esos seguramente están analizando la forma de sacar provecho. Pienso que se puede corregir cualquier norma que haga posible esa rendija. Lo que se debe ver es el mecanismo de intercambio. En el momento en que se puede cambiar bolívares por petros, y petros por divisas, no todos los ciudadanos van a tener acceso a esa doble operación. Van a tener acceso los grandes capitales y en ese momento se puede generar una fuga, una nueva transferencia de ingresos petroleros al capital privado.

 

Dos monedas

 

-¿Estos movimientos podrían conducir finalmente a que cambiemos de moneda, a que el bolívar desaparezca? ¿Está planteado?

 

-No lo he visto planteado formalmente ni en el discurso. Lo que sí puedo decir es que existe en economía una ley, la Ley de Gresham, que establece que cuando circulan dos monedas, la más fuerte va opacando a la más débil. Es decir, si se presenta el escenario en el que sea posible tener petros o bolívares, y el petro sea una moneda más fuerte, porque está respaldada en un commodity (petróleo), las personas van a querer tener petros en lugar de bolívares. Esto será así, sobre todo, si con el petro se van a poder hacer intercambios de bienes y servicios en el mercado nacional, algo que todavía no está bien claro. Las personas van a preferir la moneda más fuerte. Formalmente no lo he visto planteado, pero pudiese ocurrir.

 

-Todavía no se comprende bien lo que significa una criptomoneda. En términos personales debo reconocer que escuché las dos horas de la cadena presidencial y no entendí nada. ¿Cómo explicarle esto a la gente que esté en esta misma situación? ¿Qué va a significar un petro en la vida del venezolano común?

 

-Hay un componente tecnológico que es importante, pero no es lo principal. Siempre hemos dicho que la tecnología debe colocarse al servicio de las decisiones políticas y de las personas en general. Ese componente, igual que la criptomoneda, también está encriptado. Pareciera que descifrar toda esa información es algo complejo. Desde el punto de vista económico, más allá de cómo funcionan los algoritmos, ciertamente hay algunos aspectos que todavía no se han explicado bien, no sabemos cómo van a ocurrir. Por ejemplo, si se puede o no utilizar el petro para comprar bienes y servicios de todos los días, el transporte, etcétera (…) Eso no está claro. Tampoco está claro cuál va a ser el tipo de cambio que va a regir entre el petro y el bolívar. Eso, desde el punto de vista económico, es muy importante. El decreto dice que va a fluctuar libremente en estas casas de intercambio a nivel nacional, pero ese tipo de cambio tendrá un impacto en la economía en general y en el día a día de los venezolanos. También tendrá un impacto importante sobre ese tipo de cambio ilegal, paralelo, que ha sido manipulado y que ha tenido influencia sobre la vida de todos los venezolanos a través de la marcación de los precios y de lo que hemos llamado “inflación inducida”. Ese es el otro aspecto que se debe hilar muy fino porque aquí viene la condición coyuntural de la que hablé al principio: estamos asediados por la manipulación del tipo de cambio. No es cualquier cosa, es un arma muy poderosa de la guerra económica porque incide en los precios internos, genera inflación y todas las consecuencias que eso conlleva. Que el petro pueda detener ese tipo de cambio ilegal será algo fundamental.

 

-¿Cómo es que un grupo de personas, desde una página web, tiene la capacidad de distorsionar la economía completa de un país?

 

-La marcación de los precios internos en Venezuela, históricamente, ha dependido del valor de la moneda. Esto no aparece tal cual en la bibliografía de temas económicos, pero es una realidad. Eso es así porque dependemos en un alto porcentaje de las importaciones, tanto para la producción industrial como para los bienes finales. Los grandes importadores (de bienes o de materias primas para fabricarlos), que son los que tienen acceso a las divisas, cuando deben marcar los precios de sus productos, utilizan el más alto que ven en el mercado. Eso siempre ha sido así. Pero desde 2007 comenzaron a marcar un valor de la moneda a través de portales web, lo que se ha acentuado desde agosto de 2012. Es manipulado porque no se corresponde con ninguna de las variables de la economía. No es verdad que sea porque cayeron las reservas internacionales, pues no hay proporción entre una cosa y otra. Desde agosto de 2017 hasta febrero de 2018, ha variado casi tres millones por ciento el tipo de cambio y esa no es la proporción de la caída de las reservas. Otro argumento que se esgrime es que el Gobierno ha aumentado la cantidad de dinero en manos del público. Pero eso tampoco es cierto. ¿Que se trata de una simple página web? Bueno, no es exactamente así: los que están detrás de esta manipulación no son personas en Miami dándole a un teclado de computadora, es un mecanismo que se ha utilizado en otros lugares, en otros momentos de la historia, está muy bien pensado. Cuando se analiza el caso de la caja de conversión, en la hiperinflación en Argentina, o en Ecuador, Bolivia o Nicaragua, uno observa que hubo manipulaciones del tipo de cambio.

 

-La diferencia es que no había aún la tecnología desarrollada de Internet y las redes

 

-Pero lo publicaban diariamente en el periódico. Aquí comenzó así. Recuerdo que el presidente Chávez lo prohibió. Lo importante es que se corría la voz de que ese era el supuesto valor de la moneda para inducir la inflación. Los monetaristas dicen que la inflación en Venezuela, y los picos de hiperinflación que hubo en diciembre, son culpa del gobierno porque aumentó la cantidad de dinero circulando. Es verdad que la aumentó, pero cuando hay procesos de hiperinflación se incrementa la cantidad de dinero para dar respuesta a la inflación. Si esta semana voy al mercado con un paquete de billetes de un tamaño, la semana que viene necesito un paquete más grande o no me va a alcanzar. Eso justifica la emisión de dinero. La política del Gobierno ha sido proteger el salario de los trabajadores y eso requiere que se incremente la cantidad de dinero.

 

Curcio agrega más argumentos en su confrontación con los monetaristas. Dice que los partidarios de esta teoría explican las hiperinflaciones como consecuencias del incremento desmesurado e irresponsable de la liquidez. “Aseguran que los gobiernos llenan los bolsillos de la gente que sale a demandar más bienes y servicios. Entonces, como la oferta está restringida, aumentan los precios. Pero resulta que en Venezuela no ha aumentado la demanda de bienes. No es verdad que ese dinero ha generado una presión sobre los precios por la vía de la mayor demanda. Esa es una de las grandes contradicciones de los monetaristas”.

 

Presupuesto de divisas

 

-Sin embargo, sí hay una responsabilidad del Gobierno, al menos en el sentido de se ha seguido nutriendo de divisas a esas grandes corporaciones, a pesar de las irregularidades demostradas. ¿Por qué el Estado ha continuado otorgando divisas a unas empresas que luego venden a precios marcados por el dólar llamado guarimbero?

 

-Es una buena pregunta. Una de las cosas que hemos dicho es que es necesario reforzar los controles. Si esas divisas provienen de los ingresos petroleros debe haber un estricto control de a quiénes se les están asignando, qué van a importar y a qué precio, y ver si los productos llegaron o no. A eso nos referimos con mejorar los controles. Una de las propuestas que hemos venido haciendo es que, así como hay una Ley de Presupuesto que se aprueba todos los noviembres para saber en qué va a gastar el dinero el Gobierno el año siguiente, pues que se establezca un instrumento legal para planificar y se haga un presupuesto de la asignación de las divisas disponibles. Esto debe ser público para que también se le dé espacio a la contraloría social.

 

La entrevistada ofrece como ejemplo el caso de los medicamentos. Indica que el Ministerio de Salud no importa directamente los fármacos, sino que el Estado les asigna montos en divisas a las empresas farmacéuticas (que en 2014 eran 190, entre las cuales 10 se llevan 50% del monto global) para que importen los medicamentos, producidos por sus casas matrices. Una vez que están en Venezuela, estos productos son vendidos tanto al Ministerio de la Salud como al sector privado (clínicas y farmacias). “Como esa operación se hace con divisas que son del Estado, se puede considerar que esa es una especie de encomienda. Pero, en vez de hacer esa triangulación, perfectamente el Estado podría hacer la compra directa, sobre todo si las farmacéuticas instaladas acá no han dado la respuesta esperada”.

 

Indicó que en 2004 se entregaron 800 millones de dólares a estas compañías y cumplían con los requerimientos del mercado, mientras en 2014 se le entregaron 2 mil 500 millones de dólares y, sin embargo, ya había escasez de medicinas.

 

-¿Ha habido alguna receptividad de las autoridades con respecto a propuestas como el presupuesto anual de divisas?

 

-Eso se ha dicho en foros, se ha escrito. Pudiera ser un planteamiento para la Asamblea Nacional Constituyente, de modo que la norma quede establecida en la Constitución. Sería una forma de garantizar que los recursos nacionales sean utilizados en beneficio de todos. Cuando se analiza el tema del modelo rentista petrolero, se llega a la conclusión de que el problema no es la dependencia petrolera, sino el uso que se le está dando a unos recursos que tan pronto entran, de alguna forma son transferidos a los grandes capitales.

 

(Clodovaldo Hernández/@clodoher)

brechacuadrado.jpg