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Este martes, fueron deportadas 9 venezolanas que se encontraban detenidas en Curazao y que permanecían en huelga de hambre desde el domingo 18 de marzo cuando conocieron la medida de las autoridades de la isla.

 

El propio ministro de justicia, Quincy Girigorie, hizo presencia en la cárcel donde estaban retenidas las venezolanas pero lejos de solidarizarse reafirmó la postura de la isla, que alega no tener recursos económicos para atender refugiados.

 

De hecho, en días recientes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hizo un llamado a la comunidad internacional para no forzar a los ciudadanos venezolanos a regresar a su tierra, pero las autoridades de Curazao se han mantenido firmes en su rechazo a los migrantes venezolanos y sostienen que el comunicado de ACNUR no es vinculante y que Curazao no forma parte del tratado de ACNUR de 1951.

 

(LaIguana.TV)

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