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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue conformando un “line up” que parece destinado a iniciar de una vez por todas la Tercera Guerra Mundial. Ha botado a los funcionarios supuestamente moderados (que en realidad estaban lejos de serlo), y ha nombrado a unos más radicales aún para fortalecer sus posturas ultraderechistas, ultranacionalistas y supremacistas.

 

Esta semana, Trump despidió a su asesor de Seguridad Nacional, el general Herbert McMaster (considerado un moderado dentro de la derecha republicana) para designar a John Bolton, un extremista que demostró lo que era en tiempos de George W. Bush, de quien fue nada menos que embajador ante la Organización de las Naciones Unidas.

 

En el plano latinoamericano, Bolton no encierra sorpresas: es profundamente anticubano y antivenezolano. Estuvo en contra de los avances bilaterales que se lograron con La Habana durante la administración Obama y ha declarado numerosas veces que Venezuela protege a terroristas y lava dinero iraní.

 

Pelea entre derechistas y ultraderechistas

 

McMaster no estaba totalmente alineado con Trump y con el nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo, en la posición de romper el tratado nuclear con Irán y mucho menos en asumir actitudes que podrían propiciar una guerra con Corea del Norte. Bolton sí lo está.

 

El desacuerdo sobre la decisión de desconocer el tratado con Irán fue la causa principal (según fuentes de Washington) del despido de Rex Tillerson y la colocación en el Departamento de Estado del exdirector de la Agencia Central de Inteligencia, algo que luce como una abierta contradicción, pues la CIA tiene fama bien ganada de ser de todo menos un ente diplomático.

 

Los analistas dicen que a las expulsiones de Tillerson y McMaster debe sumarse la del consejero económico Gary Cohn, quien no estuvo de acuerdo con la medida de elevación de aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, decisión que podría haber marcado el inicio de una guerra comercial con la Unión Europea y con la poderosa economía china.

 

(LaIguana.TV)