En diferentes parroquias de la ciudad de Caracas se realizó este domingo la tradicional quema de Judas, acto que rechaza la traición del apóstol a Jesucristo días antes de su muerte y que se lleva a cabo el último día de la Semana Santa.
En esta oportunidad, el poder popular ratificó su rechazo a los traidores a la patria, el terrorismo económico y el imperialismo promovido por sectores de la derecha.
En transmisión de VTV, representantes de los Consejos Comunales y vecinos de la parroquia La Vega leyeron un testamento antes de prender fuego a la figura del apóstol.
El documento, leído por una vecina del sector, reafirma que Venezuela condena «la guerra sistemática que actualmente sufre el pueblo venezolano por parte del imperio norteamericano, para quebrar la voluntad de un pueblo consciente y decidido a ser libre».
«Nosotros el pueblo en correspondencia a la lealtad y defensa del legado de nuestro Simón Bolívar, materializado por nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez y continuado por su hijo Nicolás Maduro, renovamos nuestros votos por la paz, la soberanía y libertad, así como el compromiso de convertimos en un verdadero puente hacia la vida, de practicar y promover los valores bolivarianos y socialistas inculcados por nuestro Comandante Hugo Chávez», indica el texto.
Con esta quema simbólica, repudiaron antivalores como deshonestidad, discriminación, egoísmo, terrorismo y la traición a la patria; así como también la violencia, guerra económica, imperialismo, intervencionismo, capitalismo entre otros.
Por su parte, habitantes de la parroquia El Valle también cumplieron con esta costumbre, que en Venezuela se realiza desde inicios del siglo XX.
«Esta actividad representa la muerte de las cosas que nos están afectando en el país, producto de las malas intenciones que tienen muchos opositores en Venezuela y a nivel internacional. Nosotros con esta quema pretendemos eliminar un mal que hay en Venezuela y en la patria grande», expresó Gabriel Brito, en declaraciones a VTV.
Esta actividad es una de las tradiciones más antiguas en Venezuela y consiste en realizar un muñeco con ropa, zapatos y objetos viejos, para luego leer un testamento que condena los acontecimientos.
(AVN)
