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Esta semana un acto de discriminación racial en EEUU puso sobre la mesa de debate -una vez más- las políticas de prejuicio y discriminación que abundan en el país del norte. Todo ocurrió cuando los trabajadores de un café de la famosa cadena comercial Starbucks, en Filadelfia, pidieron retirarse del lugar a dos hombres afrodescendientes que esperaban a un amigo. Los hombres se negaron a abandonar el local y entonces fue llamada la policía.

 

Como se pudo apreciar en los videos que se viralizaron hace dos días en las redes sociales, los policías esposaron a los sujetos que no oponían ningún tipo de resistencia.

 

Por este episodio, una multitud de personas protestó en el establecimiento mientras que en las redes sociales se pidió boicotear a la cadena de café.

 

Una de las protestantes presente en el lugar, Bernadette Lightner, expresó: “Cada vez que tengas una situación de perfil racial debe ser evaluada, no solo por los gerentes de la empresa, porque ese gerente claramente debe ser despedido, sino por la policía misma”.

 

Por su parte, una representante de la cadena Startbucks, Camille Hymes, aseguró: “Este incidente no refleja el espíritu de nuestra marca, fue un incidente desafortunado”.

 

Mientras tanto, la empresa emitió un comunicado en el que piden disculpas públicas y explican que los hombres “no hicieron nada incorrecto, ni tuvieron mala conducta, pero el gerente del establecimiento llamó a la policía porque no tomaban nada”.

 

En ese sentido, la cadena de café dictará a los 175.000 empleados de sus 8.000 establecimientos comerciales un seminario sobre cómo evitar situaciones de discriminación racial el próximo 29 de mayo.

 

(LaIguana.TV)