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El Teatro Teresa Carreño (TTC) cumple hoy 35 años. Es un complejo cultural ubicado en la ciudad de Caracas con una superficie de 22 mil 586 metros cuadrados. Fue el más grande de América del Sur durante tres décadas.

 

Es el epicentro venezolano de las artes, y aún luego de todos sus años, ocupa el segundo lugar en Suramérica como infraestructura dedicada a la cultura del país. El Centro Cultural Néstor Kirchner en Buenos Aires, Argentina, sería el poseedor del primer lugar.

 

Su construcción se dio en una década completa, pues los trabajos iniciaron en el año 1973, y el complejo fue inaugurado en dos fases. La sala José Félix Ribas, la cual recibió al público por primera vez en febrero de 1976 con un recital de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Juan José Landaeta. 

 

Y siete años después, el 19 de abril de 1983, -fecha conocida como el ‘nacimiento’ del complejo-, se presentó en la sala Ríos Reyna la Orquesta Sinfónica Venezuela, dirigida por el maestro José Antonio Abreu.

 

En el Teresa Carreño se desarrollan diversas disciplinas de arte: La música, la danza, el teatro. Las expresiones escénicas cuentan con las dos salas principales: la Ríos Reyna -llamada así para rendir tributo al músico Pedro Antonio Ríos Reyna, uno de los ideólogos del Teatro y principal impulsor-, con una capacidad para albergar 2 mil 367 espectadores; y la José Félix Ribas, con capacidad para 347 personas, cuya distribución espacial hace alusión a los teatros griegos.

 

El complejo también cuenta con salas expositivas, salas para conferencias y para ensayos, espacios para presentaciones al aire libre, así como talleres de utilería, sastrería, carpintería, entre otros.

 

Durante sus tres décadas y media de historia el Teresa Carreño ha sido testigo de todo tipo de acontecimientos culturales. En sus escenarios se ha alternado lo académico y lo popular, con recitales tan diversos como la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel, o conciertos de Ray Barreto, Mercedes Sosa, Fito Páez, Ray Charles, Luciano Pavarotti o Juan Gabriel. Ha recibido festivales de teatro, de ópera, de ballet, de magia, de arte corporal; encuentros de intelectuales; ferias del libro; foros gastronómicos, entre otras citas culturales.

 

Teresa Carreño

 

El Complejo Cultural Teresa Carreño fue bautizado con el nombre de una de las figuras femeninas más importantes nacidas en Caracas; una prodigio de la música que se destacó en el piano desde los 5 años de edad y que recibió aplausos en escenarios de todo el mundo tanto por sus interpretaciones como por sus composiciones.

 

Entre sus experiencias está su presentación para Abraham Licoln en la Casa Blanca, en Washington (EEUU), en donde reclamó -al entonces presidente- en pleno recital por haberle puesto un piano desafinado.

 

Teresa Carreño fue la mejor pianista del mundo en su tiempo. Descendiente por vía paterna de Simón Rodríguez. Una de sus melodías más conocidas es el Himno a Bolívar.

 

Se casó cuatro veces, no tuvo miedo de asumir sola la crianza de sus hijos, impulsó proyectos culturales y de docencia, viajó por todo el mundo sin más compañía que su piano, fue sostén de hogar, a pesar de su fama y de ser conocida mundialmente. Ante adversidades económicas no le importó tocar en bares y pequeños teatros.

 

En vida no fue profeta en su tierra, pero después de su muerte Venezuela poco a poco se rindió ante su inmenso legado. Sus cenizas arribaron a Caracas en 1938, año en el que se lanzó una emisión filatélica en su honor, con lo que se convirtió en la primera mujer en aparecer en las estampillas venezolanas. En 1977 sus restos ingresaron al Panteón Nacional, siendo la segunda fémina en descansar en este espacio, más de un siglo después de Luisa Cáceres, que ingresó en 1876. Y en 1983 se inaugura el Complejo Cultural que lleva su nombre y que la inmortaliza.

 

(Globovision)

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