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Apuntar con informaciones que deterioran la imagen de países adversos a los intereses del gobierno de Estados Unidos es una belicosidad mediática practicada contra Venezuela y Rusia, afirman los especialistas rusos, Irina Napalkova, politóloga e historiadora y su colega,  Dimitry Desgaev.

 

Ambas naciones este año han presentado sus procesos democráticos al electorado local, sobre cuyo periodo comicial se ha impulsado el recrudecimiento de todo tipo de noticias, tal como aseveran de ambos analistas.

 

Napalkova refiere la coincidencia electoral ocurrida este año, que en el caso ruso, se desarrolló en Marzo pasado y reeligió a Vladimir Putin en la presidencia,  mientras que Venezuela  elegirá el 20 de mayo al titular del Poder Ejecutivo, en que el actual mandatario socialista, Nicolás Maduro Moros compite con otros candidatos.

 

“Ambos países somos calificados de culpables por no construir la democracia… al estilo norteamericano”, afirma la historiadora, además de recordar la tendencia norteamericana a considerar que sus “escalas de valores son los únicos correctos”.

 

“Como en la Medicina, Estados Unidos hacen un diagnóstico, hallan que el país carece o tiene problemas de democracia. Algo clásico. Y preparan un guión porque la democracia es como ellos piensan y se debe ejercer la acción democrática”, asegura la también vicedirectora de la Universidad estatal de Mordovia.

 

Apunta que  Estados Unidos se enfoca sobre procesos electorales de otros países, y acostumbra “calificarlas  a priori de  falsas, aunque haya observadores nacionales o internacionales y aparecen opiniones opuestas a los resultados, como puede esperarse tras los comicios en Venezuela”.

 

Para cambiar esta situación  “el tiempo y la política correcta son necesarios”, en tanto que  “Rusia no puede hacerlo solo, sino con aliados, pues lo podemos conseguir juntos”.

 

En referencia a la fortaleza petrolera ruso-venezolana, Napalkova  advierte que de instalarse un gobierno pro-norteamericano en Venezuela, los Estados Unidos “pasarán a controlar al menos 84 por ciento de sus recursos naturales, con repercusiones en otros países con economía basada en petróleo”.

 

Es bien claro “asegurar” la administración soberana de los recursos naturales, en este caso el petróleo  y “evitar que un país controle los bienes venezolanos” debido a que no se “trata sólo de una potencial crisis económica o de precios”, sino  “la vida de millones de personas”.

 

Deja en claro las alternativas ante sanciones que han recaído, sobre Caracas y Moscú: “Rusia buscó alianzas con  países parecidos a nosotros y en primer lugar, estaba China, dos países con ventajas económicas y tecnológicas, que esperamos aumente más ante un país grande como Estados Unidos”, especifica.

 

Ratifica la importancia de que  “Venezuela defienda  su línea de desarrollo. Es su derecho”.

 

Menciona el “aprendizaje” capitalizado en estos años sobre la manipulación mediática en contra de procesos democráticos al punto de asegurar que  tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores como el presidente Vladimir Putin “saben competir en la realidad de hoy”.

 

En referencia a los datos históricos cercanos que dan cuenta del “doble rasero” en  la mediática de algunos medios occidentales, el politólogo Dimitry Desgaev trae a colación el caso de Crimea, península en el Mar Negro, que tras referéndum en 2014 para desligarse de Ucrania, fue reincorporada a la Federación Rusa.

 

“Cuando Kosovo se independizó de Serbia, los estados de occidente lo vieron democrático, pero cuando el pueblo de Crimea decidió unirse a Rusia, hablaron de ocupación rusa y no aplicaron las mismas reglas” dice el analista.

 

Los medios de comunicación occidentales “empezaron su campaña”, recuerda, tras indicar “la ausencia de comprobación” sobre supuesta incursión del ejército ruso a Ucrania.

 

“Luego cuando los países de la OTAN destruyeron varios países, como Libia y comenzaron a organizar las llamadas revoluciones de colores,  no les gustó que nosotros pudiéramos ser un país fuerte en el mundo”, apunta.

 

“Y si hablamos de Latinoamérica, sabemos cómo actúan los Estados Unidos, basta recordar el despliegue contra Nicaragua en los años 80 porque no les gustó el sistema de ese país”, acota.

 

Indica los “señalamientos” del “régimen norteamericano”  sobre Bolivia y Venezuela, ricos en bienes naturales.  “El país del norte considera mejor el control de los  empresarios norteamericanos sobre ese recurso y no el pueblo, como pasa en Venezuela.”

 

De ahí que para  Desgaev,  su nación  “apoya los países que quieren independizarse”.

 

“Esta batalla (mediática)  va a continuar. No cesará, será más fuerte, porque las tecnologías de información se desarrollan rápidamente y como hemos visto en Siria, no se tratará de batallas de guerra, sino de información y nosotros debemos encontrar métodos eficientes para la defensa”, asevera el politólogo.

 

“La democracia está en riesgo con operaciones mediáticas a favor de alguna fuerza o poder”, dice.

 

En referencia directa al proceso venezolano, Desgaev sugiere “paciencia”  ante  “el aumento de la presión” de Estados Unidos  y “por ello tendría que haber mayor cooperación entre nosotros”, concluye el analista.

 

(Leticia Marinoni)

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