La abstención electoral es un fenómeno que amenaza la sostenibilidad del cualquier proceso democrático y también es indicador de la desilusión del pueblo, al no sentirse representado políticamente. En los países de la región, durante las últimas elecciones, se han obtenido cifras alarmantes que evidencian una baja en la participación de ciudadanos en elecciones.
Chile, por ejemplo lidera una lista de 10 países donde menos la gente acude a las urnas electorales en los días de elecciones, cuya participación electoral en los pasados comicios fue de 46,7% en la elección de Sebastián Piñera (año 2017) y 49,36% con Michelle Bachelet (año 2013).
Mientras tanto, Colombia se posiciona de número seis en la lista de países con mayor abstención electoral en voto voluntario, país que presentó un 40,65% de participación en primera vuelta y 47,97% en la segunda vuelta en la última elección presidencial de Juan Manuel Santos (año 2014).
El vicedecano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda en Colombia, Fredy Barrero, destacó en una entrevista concedida a Rusia Today (RT), que: “Desde hace décadas se viene hablando de una crisis de la representación política, que tiene como señales un alto grado de desafección por parte de los ciudadanos hacia los partidos. Dicha desafección tiende a estar asociada a que la democracia no ha cumplido en aquellos temas que buscarían mejorar su bienestar”.
(LaIguana.TV)
Entonces: en Venezuela vota un 48% del padrón electoral: no hay participación, están todos comprados y es una conspiración de millones d venezolanos.
En Chile vota el 46% del padrón electoral: Piñera es presidente, participan todos los sectores y no hay ningún problema?no cuadra— Nicolás Mallea (@Nicolas_Mallea) 21 de mayo de 2018
