La relación colombo-venezolana, que a lo largo de la historia «no ha sido mayoritariamente cordial» se ha agudizado por la crisis venezolana y por el tema de los inmigrantes, asegura el secretario general del partido Unión Patriótica, Gabriel Becerra, aunque destaca que ambos países «están condenados a ser hermanos y poder convivir».

 

El problema de la inmigración es «un tema nuevo» tanto para Bogotá como para Caracas, comenta por su parte el politólogo Ronal Rodríguez. «Antes los colombianos se iban para Venezuela, y Colombia en los últimos tres años ha acogido lo que los venezolanos recibieron en tres décadas», agregó.

 

Asimismo el politólogo considera que Colombia no está en condiciones para recibir gran cantidad de inmigrantes. «Está bien acoger a los venezolanos, pero para eso se debe tener un fondo para atender las respectivas necesidades. El Estado colombiano no tiene el músculo» para afrontar este desafío, lamentó Rodríguez.

 

En tanto el secretario general de Unión Patriótica insta a que Bogotá contribuya a encontrar una solución a la crisis venezolana, «porque a medida que el problema en Venezuela se agudice, sus efectos se sentirán directamente en Colombia».

 

Además, tanto Becerra como Rodríguez opinan que Colombia a diferencia de otros países de la región no puede romper relaciones con Venezuela, entre otras razones, debido a que comparten una vasta frontera.

 

Independientemente del modelo político-económico de Caracas, el Gobierno colombiano «debe construir mecanismos y tener la decisión política para construir una relación de respeto a la soberanía», sostuvo Gabriel Becerra.

 

(RT)

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