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Varios de los Gobiernos que defienden a los guarimberos venezolanos, calificándolos como presos de conciencia, hubiesen castigado severamente y sin atenuantes conductas parecidas a las que estas personas perpetraron en 2017.

 

Una prueba concreta de esta afirmación se tiene en Argentina, donde el Gobierno ha ofrecido una recompensa de 40 mil dólares a quien dé información que conduzca a la captura de un hombre al que se le ha denominado “el manifestante del mortero”.

 

Se trata de Sebastián Romero, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (Pstu) , quien aparece en fotografías accionando un arma de fabricación artesanal bastante parecida (aunque menos sofisticada y potente) que las utilizadas por cientos de guarimberos venezolanos entre abril y julio del año pasado.

 

El boletín en el que se ofrece la jugosa recompensa por Romero dice que este “fue visto disparando un mortero casero hacia la Policía de la Ciudad de Buenos Aires durante una protesta contra la reforma a las jubilaciones presentada por el Gobierno de Mauricio Macri,  que finalmente se aprobó en el Congreso”.

 

El Gobierno de Macri, para quien los manifestantes violentos venezolanos son presos políticos, dice que a Romero se le solicita “por haber participado en conductas violentas contra el personal de las fuerzas de seguridad que conformaba una línea de contención para evitar el avance del público hacia el Honorable Congreso de la Nación».

 

Los medios de comunicación de Argentina y del mundo capitalista en general respaldan al Gobierno de Macri en esta solicitud. Son los mismos medios que elevaron a la categoría de héroes a los manifestantes violentos venezolanos que dispararon ese tipo de armas y detonaron explosivos contra la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana.

 

La dirigencia de la oposición violenta venezolana auspició el uso de esos artefactos por jóvenes y hasta por adolescentes. Algunos de ellos murieron como consecuencia de las deficiencias del armamento rudimentario o de su mal uso. En esos casos, la actitud de los dirigentes y de los medios de la derecha fue responsabilizar al Gobierno por tales muertes.

 

Si “el manifestante del mortero” hubiese actuado contra el Gobierno de Nicolás Maduro, y no contra una medida de Mauricio Macri, ya el secretario de la Organización de Estados Americanos habría salido en su defensa.

 

(LaIguana.TV)

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