En el contexto de la guerra económica los aumentos desmesurados y arbitrarios de precios son una realidad latente en el país. Un ejemplo de ello es el precio de un kilogramo de pollo que ya alcanzó los 2 millones 400 mil bolívares.
Diversos medios reseñan que hace apenas una semana dicho producto era comercializado por un costo de Bs. 1.250.000, lo que significa un incremento de más de 1 millón de bolívares.
Este nuevo aumento deja en evidencia que los comerciantes continúan cometiendo ilícitos a la hora de fijar los precios de los productos, golpeando así el bolsillo del pueblo trabajador y limitando la adquisición de productos importantes en la ingesta diaria.
(LaIguana.TV)