En respuesta al Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre Nicaragua, el Gobierno de este país difundió una serie de datos que evidencian la otra cara de la violencia.
En los mismos se destacan el secuestro y quema de ciudadanos y funcionarios identificados como “sandinistas”, los ataques armados y hostigamiento contra funcionarios de la Policía Nacional y la quema o saqueo de instituciones públicas y emisoras de radio.
Se señala que la quema de cauchos y escombros para construir barricadas que prohíben la libre circulación, considerada por algunos como una medida de protesta pacífica, viola derechos humanos fundamentales como el derecho a recibir atención a la salud, a la libre circulación y a la alimentación ya que el ciudadano no puede desplazarse a un hospital, por ejemplo, en caso de alguna emergencia médica.
Con relación al número de fallecidos por las protestas, el Gobierno de Nicaragua señala que se busca engrosar la lista de cualquier manera, incluyendo a ciudadanos y ciudadanas que dan fe que se encuentran con vida y a otros que murieron por causas ajenas al conflicto.
(LaIguana.TV)
