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El exteniente segundo de la Academia Militar de West Point en Nueva York, Spenser Rapone, fue expulsado luego de fotografiarse hace un año durante su ceremonia de graduación con una camisa del Che Guevara puesta debajo de su uniforme de gala.

 

El militar, mejor conocido como el «cadete comunista», también se retrató con el puño izquierdo en alto y su gorra de la fuerza armada gringa volteada en la cual escribió el siguiente mensaje: «El comunismo ganará».

 

Las imágenes fueron difundidas el pasado 25 de septiembre, desde entonces se ha desencadenado una tormenta de rechazo contra el oficial al punto de que autoridades estadounidenses iniciaron una investigación contra Rapone, por medio de la cual descubrieron que el joven tenía muchas ideas procomunistas y las exhibía en redes sociales, hecho que llevó a la reciente decisión de su expulsión. 

 

Lejos del arrepentimiento, el joven sigue firme en la defensa de sus ideales. Incluso, en una foto publicada el pasado lunes en su cuenta en Twitter se le puede observar mostrando su dedo medio frente el recinto militar, imagen que tituló con la siguiente frase: “Un saludo final”. 

 

«Me considero un socialista revolucionario. Animaría a todos los soldados que tienen conciencia a deponer las armas y se unan a mí y a tantos otros que están dispuestos a dejar de servir a los agentes del imperialismo en un movimiento revolucionario», manifestó Rapone.

 

El joven de 26 años de edad explicó que tomó los selfies ofensivos en su ceremonia de graduación en mayo de 2016 y se los guardó para sí mismo hasta septiembre pasado, cuando los tuitteó en solidaridad al mariscal de campo de la NFL Colin Kaepernick, quien estaba siendo criticado por arrodillarse durante el himno nacional en contra del racismo en Estados Unidos.

 

Asimismo, aseguró que ingresó a la academia militar norteamericana porque era muy idealista y pensaba que podría “cambiar las cosas desde adentro».

 

«Fuimos matones en uno de los países más pobres de la Tierra. Tenemos uno de los ejércitos más avanzados tecnológicamente de todos los tiempos y lo único que estábamos haciendo era embrutecer, invadir y aterrorizar a una población que no tenía nada que ver con lo que Estados Unidos consideraba una amenaza. (…) Sabía que podría haber repercusiones. Por supuesto que mi carrera militar está muerta. Por otro lado, muchas personas se acercaron y me mostraron su apoyo”, añadió.

 

(LaIguana.TV) 

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