¿Cómo afecta dormir mal a la salud desde un punto de vista neurológico? “A corto plazo, la persona que descansa mal puede tener dificultades para realizar sus tareas habituales, con fatiga y somnolencia durante el día. Se ha relacionado dormir mal con alteraciones del estado de ánimo e irritabilidad y a nivel cognitivo con dificultades atencionales que pueden afectar al rendimiento académico o laboral”, responde a CuídatePlus Ana Fernández Arcos, neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Por su parte, Javier Puertas, vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño (SES) señala que los efectos de no dormir bien son más significativos a largo plazo, aunque comparte con Fernández que las señales más inmediatas son la sensación de somnolencia, irritabilidad y una disminución de las habilidades cognitivas como la concentración y la memoria. “No podemos decir que estos efectos sean irreversibles, a largo plazo se suelen recuperar con un sueño reparador y periodos de descanso, como puede ocurrir con los trabajadores a turnos”, comenta a CuídatePlus este experto.

En este punto, el vicepresidente de la SES explica que una de las funciones del sueño a nivel neurológico es facilitar la eliminación de productos del metabolismo neuronal, de forma que un sueño de mala calidad puede repercutir en la completa eliminación de estas sustancias.

“Una disminución de las horas de sueño puede estar alterando la capacidad del cerebro en esas fases del sueño en personas con predisposición (a la demencia) y puede acelerar el deterioro cognitivo, lo que no quiere decir que todas las personas que duerman poco vayan a tener una demencia, ya que encontramos personas con un buen sueño que tienen deterioro cognitivo”, aclara y prosigue: “Cada vez tenemos más evidencia de que el sueño es un marcador de la salud”.

Efectos de dormir mal en el aprendizaje y desarrollo cognitivo

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), no hay dudas de que existen una relación entre dormir bien y rendir mejor al día siguiente debido a los problemas de concentración que ocasiona no tener un sueño reparador. A menudo, el insomnio o no dormir las suficientes horas pueden ser el origen, pero, ¿cómo afecta esto al aprendizaje y el desarrollo cognitivo?

“Un sueño interrumpido y poco reparador y dormir menos horas de lo recomendado (principalmente menos de 6 horas) impide que se produzcan las fases de sueño destinadas a un mejor procesamiento de la memoria a corto plazo y a la neuroplasticidad cerebral”, detalla la coordinadora del Grupo de Estudio de Sueño de la SEN.

En el caso de los niños, Puertas reconoce que “hay una relación estrecha entre el sueño y el rendimiento escolar, se sabe que los niños con mal sueño están en el menor percentil de desarrollo en clase, de hecho, en Estados Unidos se ha propuesto empezar el instituto algo más tarde de lo habitual”. Además, este especialista recuerda que el sueño contribuye a reforzar los conocimientos aprendidos durante el día.

Otro factor implicado en el aprendizaje y que puede verse afectado por la falta de sueño son las pérdidas de memoria, tal y como apuntan ambos expertos. “Dormir mal puede relacionarse a corto plazo con problemas de atención y también con una falta de motivación alterando la memoria”, indica Fernández ycontinúa: “A largo plazo se está estudiando la relación con un mal descanso con enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer”.

En este punto, Puertas alega que es necesario diferenciar cuando hablamos de pérdida de memoria por demencia o por despistes, ya que “dormir facilita los procesos de memoria y aprendizaje y la mala calidad del sueño repercute en esto”, mientras que, en otros momentos, lo que tenemos es “una pérdida de atención selectiva cuando nos despistamos y se produce una desconexión parcial que creemos que, durante un determinado tiempo, tenemos un microsueño”. En su opinión, el cerebro “es un órgano que tenemos que ejercitar más allá del sueño a la hora de completar estos procesos neurológicos”.

¿Dormir mal provoca dolor de cabeza?

A veces el insomnio y la falta de sueño se asocia con el dolor de cabeza, pero, ¿qué hay de cierto? Según Fernández, las cefaleas de tipo tensional pueden ser más frecuentes por la falta de relajación muscular durante la noche. “Las personas que duermen mal podrían tener menos tolerancia al dolor”, alerta.

En su experiencia, las personas que roncan y/o tienen obesidad y dolor de cabeza por la mañana deben acudir al médico para descartar la presencia de alteraciones respiratorias durante el sueño. “En la población general sabemos que los problemas de sueño afectan en gran medida a la calidad de vida, deben estudiarse y en su mayoría tienen tratamiento y pueden mejorarse”, comenta esta neuróloga.

A nivel general, Fernández recuerda que es preciso consultar con un especialista en las siguientes situaciones:

  • Ronquidos y apneas (interrupciones de la respiración) durante el sueño.
     
  • Insomnio, ya sea por dificultad para iniciar o para mantener el sueño, que dure más de tres meses.
     
  • Sueño no reparador y despertares frecuentes sin causa aparente.
     
  • La somnolencia diurna en situaciones no deseadas a pesar de dormir un número de horas suficientes.
     
  • La presencia de pesadillas y/o conductas anormales durante el sueño. 

A esta lista, Puertas suma consultar con un experto si tenemos problemas de memoria de forma prolongada y sin ninguna causa aparente y/o no dormir bien afecta a la calidad de vida. “Los médicos estamos para ayudar, cuando alguien se da cuenta que alguna área cognitiva como la memorización falla y, eso se mantiene en el tiempo, hay que consultarlo para su valoración”, resalta. 

En cuanto a qué recomendaciones dar a personas con estos problemas para dormir, Puertas aconseja cuidar el sueño respetando las horas de descanso y factores como el ambiente para dormir (temperatura, luz), pero sin obsesionarse.

Por su parte, Fernández sugiere “dar al sueño la importancia que tiene para la salud y conocer la necesidad de dormir un número de horas suficientes y tener una correcta higiene de sueño (horarios regulares, evitar cenas copiosas, evitar uso de dispositivos cerca del horario de dormir, etc.)”. 

(Cuídate Plua)