Cámaras de seguridad del sector donde Natalia Castillo, de 32 años, fue herida de bala en medio de un atraco registraron sus últimos segundos con vida.

La joven, que se desempeñaba como asesora de comunicaciones de la ONU, fue atacada en la madrugada del 24 de diciembre cuando salía de una reunión con varios amigos en el sector de Galerías, en Bogotá.

En esa zona de la localidad de Teusaquillo hay varias cámaras de seguridad que le permiten a la Policía acercarse a los responsables de dispararle a la víctima, que murió horas después en la Clínica Palermo.

El general Jorge Luis Vargas, director de la institución, aseguró que “se han analizado más de 30 cámaras, tenemos claro el recorrido del vehículo, las características de ese mismo carro en el cual recogieron a los agresores, a los homicidas”.

El oficial añadió que con ayuda de los testigos también están en la construcción de los retratos hablados de los asesinos.

Adicionalmente, pese a que la Policía ofreció una recompensa de 50 millones de pesos para que la ciudadanía ayude a dar con el paradero de los delincuentes, Noticias RCN aseguró que “conoció que los asaltantes están plenamente identificados y que en las próximas horas se emitirán las órdenes de captura”.

Hipótesis del asesinato de periodista

Justamente, una de esas grabaciones de seguridad muestra que Natalia Castillo estaba acompañada de un par de amigos y salió de un bar de Galerías cerca de las 2:00 de la mañana del 24 de diciembre.

Los tres se fueron caminando por la carrera 25 con calle 53, en sentido sur-norte, hasta la calle 55 con carrera 27A y justo en ese punto del barrio San Luis fueron interceptados. RCN aseguró que se trata de criminales extranjeros y reincidentes que delinquen en el sector.

Entre tanto, Noticias Caracol agregó que los investigadores no descartan que a las tres personas las estuvieran siguiendo en un vehículo que también “aparece en el fondo del video” que se conoció y que muestra la última imagen sonriente de la periodista.

Este informativo añadió que la hipótesis apunta a que detrás del crimen está “una banda organizada compuesta por ciudadanos venezolanos y colombianos” y que “según fuentes de la Policía los delincuentes utilizan varios carros para delinquir y se dividen por zonas”.

(Pulzo)