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Una de las empresas de Julio César Vélez Trillos, el padre del exconcejal Julito Vélez, señalado como autor intelectual del crimen del diputado venezolano Robert Serra, obtuvo ganancias superiores al 3 mil por ciento durante el año 2013, con respecto al 2012.

 

Asi lo refleja un estudio titulado “300 Empresas que hacen más prospero a Norte de Santander“, publicado por la organización DataCúcuta y la Cámara de Comercio de Cúcuta el año pasado.

 

El documento refleja que para el año 2013 la empresa indentificada como Vélez Trillos Julio César, aparentemente una firma personal, obtuvo ganancias por el orden de los 883 millones de pesos, el equivalente a 345 mil  dólares norteamericanos. Mientras que el año anterior, 2012, fueron de 27 millones 900 mil pesos, el equivalente a 10.800 dólares estadounidenses.

 

Ese diferencial implicó una tasa de utilidad de 3.066,70 %, según la investigación, y le permitió situarse en el puesto 37 de las 300 empresas con mayores ganancias en el departamento Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

 

En el estudio no se precisa cuál es ni a que se dedica la empresa referida de Vélez Trillas, un exconcejal que fue removido de su cargo en 2003 al determinarse que había sido condenado por estafa e inhabilitado para ejercer cargos público, según un dictamen de la Procuraduría colombiana, emitido en 2007.

 

Sin embargo el propio Julio Vélez padre ha asegurado hoy que su negocio a lo largo de 40 años ha sido el cambio de bolívares venezolanos por pesos colombianos, según cita el diario de Cúcuta, La Opinión. Por lo que se presume que estas escandalosas ganancias (que no incluyen los años 2014 y 2015) provienen de la especulación cambiaria ejercida por empresas financieras que operan en Miami, Panamá y Cúcuta, que tienen un doble objetivo económico y político:  crear un incentivo de enriquecimiento exponencial inmediato por un lado, para ir marcando un indicador de cambio fictício que afecta el mercado de intercambio de mercancías en Venezuela.

 

En pocas palabras, a través de lo que se ha denominado “guerra económica”, estos capitales internacionales tienen la doble intención de enriqueserse especulativamente, mientras por el otro lado, ahoga el mercado venezolano.

 

(La Tabla / Con el Mazo Dando)