Desde mediados de diciembre, la multimillonaria empresa Google anunció modificaciones en su servicio de almacenamiento en “la nube”, más conocida como Google Drive. Según informaron, la compañía comenzaría a tener acceso y poder de decisión sobre los archivos de cada cuenta personal.

Esto implica que si desde la sede principal de Google en Mountain View, California, consideran “inapropiado” cualquiera de los archivos allí almacenados, podían eliminarlo, archivarlo o bien “condenar” al usuario con una serie de “sanciones”.

Estas determinaciones se tomarían basándose en las propias políticas de la compañía, no sujetas a ningún tipo de legislación nacional ni local. En ese entonces, informaron que comenzaría a escanear los contenidos de la nube dos semanas después del anuncio.

Por lo que, según explica el portal de tecnología GenBeta, desde esta semana, Google podría acceder a información y contenidos personales y proceder a eliminarlos o evitar su publicación, en caso de “infringir” sus normas de Programa.

Cuál es el objetivo de Google

Según detalló Google, así busca “combatir” el malware y los archivos que contengan imágenes de sexo explícito, incitaciones o discursos de odio y «contenido que ponga en peligro a los niños».

En caso de ser detectados, en primera instancia con sistemas automáticos y luego especialistas en el tema revisarán el contenido “sospechoso” y tomarán la medida que consideren correspondiente, ya sea que no lo pueda compartir con otros usuarios, la eliminación de los archivos en cuestión o, directamente, el baneo del usuario de todos los servicios de Google.

Si bien han llegado olas de críticas por el carácter “abusivo” e “invasivo” de la medida, la compañía no dio marcha atrás, simplemente estableció plazos, de los cuales no dio detalles, para que el usuario pueda hacerse del material antes de ser eliminado.

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