Una investigación del Centro de Regulación Genómica de Barcelona apunta que la proteína CSDE1, vinculada al cáncer de piel, en algunas ocasiones puede provocar el desarrollo de una metástasis, pero en otros puede detener el proceso cancerígeno. 

La publicación de este descubrimiento se realizó en la revista Cell Reports el martes 11 de enero de 2022. En este trabajo, los investigadores revelan nuevas pistas sobre el comportamiento del cáncer de piel en las células, un paso importante que permitirá allanar nuevos caminos para el tratamiento de esta enfermedad. 

Rosario Avolio, bioquímica, primera autora del estudio y alumni postdoctoral del Centro de Regulación Genómica, explicó que descubrieron que la proteína CSDE1 «coordina una compleja serie de mecanismos moleculares que impulsan la senescencia en las células de la piel, ralentizando su función sin causar la muerte». Además, detalla que «las células senescentes actúan como un cortafuegos contra el cáncer, suprimiendo la formación de tumores». 

Para la investigación, que fue liderada por la investigadora del CRG Fátima Gebauer, se recopilaron ceratinocitos de ratón, que, según detallan, es el tipo de célula más abundante en la epidermis. 

Estos ceratinocitos, apuntan, pueden provocar varios tipos de cáncer de piel. Entre ellos, el carcinoma de células basales y escamosas, los dos cánceres de piel más frecuentes entre humanos. 

Durante el experimento, detallan los investigadores, se introdujeron los genes que promueven la formación del cáncer para así inducir las células a un estado de senescencia. En ese momento descubrieron que cuando se agotan los niveles de CSDE1 las células no pueden experimentar la senescencia y se inmortalizan, un paso necesario para desarrollar cáncer. 

Cuando experimentaron con células sin la proteína CSDE1 implantándolas bajo la piel de los ratones detectaron que comenzaban a formarse tumores malignos. Sorprendentemente, resaltan los investigadores, todos los ratones que trataron de esta forma desarrollaron al cabo de 15 y 20 días carcinomas de células escamosas. 

En esa etapa de la investigación, explican, vieron el «rol clave» de CSDE1 para suprimir tumores a través de dos mecanismos distintos: hace que la célula secrete un cóctel de citocinas y enzimas que obligan a la célula a entrar en un estado de detención permanente del crecimiento y detiene la síntesis de YBX1, una proteína conocida por promover el crecimiento y la agresividad de los tumores. 

Los investigadores señalan que se trata de un hallazgo «sorprendente» porque «CSDE1 se ha relacionado previamente con la promoción de la formación de cánceres, no con su supresión». 

Para Gebauer, «CSDE1 es el Doctor Jekyll y Mister Hyde de las proteínas». 

«No sabemos por qué esta proteína promueve el cáncer en algunos casos y lo suprime en otros. Encontrar la causa principal de este fenómeno tendrá importantes implicaciones para el descubrimiento de nuevos tratamientos personalizados contra el cáncer», destaca la investigadora. 

A su vez, Gebauer resalta que «durante mucho tiempo se pensó que las proteínas de unión en el ARN son moléculas universales que las células utilizan para el mantenimiento general y que, además, no pueden tratarse de forma terapéutica, pero cada vez está más claro que esto no es cierto y que es un campo emergente fundamental para comprender las enfermedades humanas». 

(Sputnik)