Para el economista y analista político Francisco Rodríguez, las fuerzas que adversan al gobierno del presidente Nicolás Maduro deberían enfocarse en construir una alianza en la que sectores del centro político tengan el rol que les corresponde, en virtud del crecimiento que experimentaron en el último ciclo electoral, de cara a las elecciones presidenciales de 2024. 

Así las cosas, Rodríguez, en un artículo escrito para The Global Americans, a propósito de la elección regional en el estado Barinas, cuestionó el sectarismo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y de los partidos del así llamado G4, que pretenden arrogarse la representatividad de la oposición nacional con base en los resultados de los comicios parlamentarios de 2015, aún cuando el panorama actual sea cualitativamente distinto. 

«Los resultados de las elecciones de noviembre y datos recientes de opinión pública sugieren que las preferencias políticas venezolanas pueden estar evolucionando con el surgimiento de un tercer polo de votantes de centro. Alrededor de un tercio de los votantes en noviembre, y tres de cada cinco votantes que votaron en contra del gobierno, lo hicieron para apoyar a los candidatos centristas», que frecuentemente son críticos tanto del gobierno nacional como del extremismo opositor, argumentó el especialista. 

Advirtió, asimismo, que «en los últimos años, los líderes de la oposición a menudo han categorizado a los grupos ajenos a la MUD como irrelevantes, pero la victoria de la oposición en Barinas probablemente no hubiera sido posible sin el apoyo de los partidos centristas que hacen vida fuera de la MUD».

A su parecer, el respaldo internacional –aún menguado– con el que cuentan los voceros de los partidos del G4, atenta directamente contra la posibilidad de que las oposiciones consigan postular un candidato único para las presidenciales de 2024.

«En ese escenario, si la comunidad internacional continúa con su enfoque actual, podría antagonizar innecesariamente a un conjunto de actores políticos cruciales y potencialmente influyentes», muy especialmente porque estas agrupaciones de centro podrían desempeñar «un papel importante en el futuro político de Venezuela»  como interlocutores con el Ejecutivo en una eventual «transición», alerta el analista.  

De otra parte, la inocultable relevancia de ese «tercer polo» de fuerzas políticas centristas, obligaría tanto al gobierno como a las oposiciones agrupadas en la Plataforma Unitaria a incorporarlo en las negociaciones de México, so pena de marginar «a un gran sector de venezolanos», amén de comprometer la viabilidad interna de «cualquier posible acuerdo que pueda surgir de estas conversaciones». 

Por ello, remata, «derrotar a Maduro requerirá que la oposición haga a nivel nacional lo que acaba de lograr en Barinas: construir una coalición inclusiva que se parezca mucho más a la exitosa MUD de 2015 que al sectarismo que ha dominado la toma de decisiones en el gobierno interino».

(LaIguana.TV)