Los países siguen en su lucha contra el coronavirus con la principal arma que poseen: la vacuna. El escenario actual es el de los pinchazos de refuerzo, pero su utilidad podría estar en el alero, tras unos datos publicados en Reino Unido. 

Tal y como recoge Redacción Médica, un informe de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, con datos recabados en Inglaterra, revela que se produce disminución de la eficacia de la vacuna de entre el 15 y el 25% pasadas diez semanas desde la tercera dosis. 

Esta caída se produce también tras la segunda dosis. Esta pérdida de anticuerpos es aún más rápida en casos relacionados con la variante ómicron que en los casos de infección con la variante delta. 

La parte buena es que, en el caso de la cepa sudafricana, los síntomas son más leves, por lo que no se han diagnosticado «suficientes casos graves hasta el momento», dice el informe. 

Aún así, los autores del informe advierten que los menores ingresos y la menor difusión de la variante entre personas mayores hace que el análisis aún sea preliminar, aunque habrá actualizaciones. 

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